La donaci¨®n de ¨®rganos supera en cinco puntos la media nacional
Generosidad. Los madrile?os son proclives a donar sus ¨®rganos cuando asoma la muerte. Lo hacen en mayor medida que la media nacional (32,2 cesiones por mill¨®n de habitantes frente a 27, cinco puntos por encima). Sin embargo, la lista de espera madrile?a -en la que tambi¨¦n figuran enfermos de otras regiones- se mantiene abultada: 905 personas aguardan un coraz¨®n, un h¨ªgado, un ri?¨®n o un pulm¨®n que les prolongue la vida. Son unos cincuenta menos que el ano pasado.
El alto nivel de donaciones repercute tambi¨¦n en enfermos de otras comunidades, que son trasplantados en Madrid. A los hospitales de la ciudad (una de las mejor dotadas en medios t¨¦cnicos y humanos) llegan igualmente ¨®rganos de fallecidos en otras zonas. Ello explica, por ejemplo, que el a?o pasado se realizaran 212 trasplantes hep¨¢ticos en la regi¨®n, aunque s¨®lo hubiera 156 donantes madrile?os. Este tipo de intervenciones ha descendido en 1996 en Madrid porque se han constituido dos nuevos equipos m¨¦dicos especializados en el Pa¨ªs Vasco y Canarias, explica el coordinador regional de trasplantes, Jos¨¦ Luis Escalante. Por ello se ha rebajado el n¨²mero de enfermos de estas regiones que deb¨ªan trasladarse a la capital para la intervenci¨®n.
Las donaciones de ¨®rganos han subido como la espuma desde 1990, cuando se mejoraron los sistemas de coordinaci¨®n imprescindibles para realizar trasplantes. El r¨¦cord lleg¨® en 1995: 156 cesiones en Madrid, un 17% m¨¢s que en 1994. "Este a?o acabaremos en el mismo nivel que el pasado. En los 11 primeros meses hemos tenido 143 donantes", se?ala Escalante.
"Esta es una de las comunidades m¨¢s generosas", sostiene. Sin embargo, la mitad de las posibles donaciones no llega a buen t¨¦rmino. Cada a?o mueren unas trescientas personas que podr¨ªan donar sus ¨®rganos. Pero una cuarta parte de las familias de los fallecidos se niegan a la cesi¨®n.
La mitad se arrepiente de la negativa despu¨¦s", se?ala Escalante. Otra cuarta parte de los posibles donantes no llega a serlo porque sus ¨®rganos no son aptos para el trasplante.
Pese a que en Madrid mueren 36.000 ciudadanos al a?o, s¨®lo son donantes potenciales quienes sufren una lesi¨®n irreversible que implica la muerte del enc¨¦falo. Sus ¨®rganos no deben sufrir deterioro por falta de riego sangu¨ªneo.
Para que la donaci¨®n sea efectiva, el fallecimiento, adem¨¢s, tiene que ocurrir en un hospital autorizado a realizar extracciones. El tiempo es un elemento fundamental: se dispone de unas seis horas para retirar los ¨®rganos.
PASA A LA P?GINA 3
Anonimato
El trasplante de ri?¨®n, el m¨¢s com¨²n, tiene ¨¦xito en el 90% de los casos
En los hospitales madrile?os tambi¨¦n despega el trasplante de tejidos, sobre todo de m¨¦dula ¨®sea (541 se efectuaron el a?o pasado), hueso (325) y c¨®rnea (247). "La familia de un donante fallecido suele tener inter¨¦s en conocer al receptor. Despu¨¦s de un tiempo, es el receptor quien quiere ponerse en contacto con los deudos del donante", explica Escalante. Pero es muy dif¨ªcil que ocurra. "La legislaci¨®n sobre trasplantes prohibe que las familias del donante y del receptor conozcan sus respectivas identidades", a?ade Escalante. El anonimato obligatorio pretende, entre otras cosas, evitar cualquier riesgo de dependencia psicol¨®gica, detalla el coordinador. Las raras excepciones, como el caso del ciclista Jos¨¦ Antonio Espinosa (fallecido este a?o en accidente deportivo), se han debido sobre todo a la actuaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n.
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