Szymborska dedica su discurso de recepci¨®n del Nobel a 'poes¨ªa y mundo'
Su lac¨®nica alocuci¨®n es la m¨¢s corta que se recuerda en la historia del galard¨®n sueco
La poetisa polaca Wislawa Szymborska no desminti¨® su fama de Greta Garbo de la poes¨ªa con que la bautiz¨® su colega sueco Lasse S¨®derberg, en alusi¨®n a la timidez y parquedad expresiva de la galardonada con el Nobel, a su llegada a Estocolmo el pasado jueves para asistir a la ceremonia de entrega de los premios de este a?o. Su alocuci¨®n de ayer por la tarde, en el ¨¢mbito solemne de la Academia sueca, fue la m¨¢s corta, apenas cinco folios contra los 15 o 20 habituales de sus predecesores, de la historia de los Nobel de Literatura.
Sin embargo, la brevedad en este caso no es un defecto, sino que m¨¢s bien recuerda la c¨¦lebre sentencia de Graci¨¢n: "Lo bueno, si breve, dos veces bueno".En su discurso, titulado El poeta y el mundo, Wislawa Szymborska reivindic¨® la inspiraci¨®n como herramienta fundamental de la creaci¨®n; y la humildad frente a las fronteras sin fin del conocimiento, sintetizada en lo que calific¨® de "tres peque?as palabras: Yo no s¨¦". Esta actitud, que suele ser habitual, adem¨¢s de necesaria, en el investigador cient¨ªfico, debe ser tambi¨¦n la del creador literario "si ¨¦ste es un verdadero poeta".
Szymborska record¨® que si lsaac Newton no hubiera tenido esta actitud, "su c¨¦lebre manzana pudo haber ca¨ªdo como el granizo ante sus ojos, sin otra consecuencia que la de haberle estimulado a recoger unas cuantas para com¨¦rselas". Y su compatriota Marie SkIodowska Curie, sin haberse planteado las tres breves y decisivas palabras yo no s¨¦, "hubiera sido tan solo una buena maestra de Qu¨ªmica en alg¨²n internado de se?oritas de buena familia" y no habr¨ªa experimentado el honor de tener que concurrir en dos ocasiones a Estocolmo para recibir el galard¨®n del Nobel. De la misma manera, dijo, el poeta debe plantearse permanentemente que no sabe "y si en cada poema intenta encontrar soluci¨®n a alg¨²n misterio, volver¨¢ una y otra vez a su intento inicial".
En lo que respecta al mundo, afirm¨® que nada podemos pensar acerca de ¨¦l, frente a su inmensidad, con nuestra propia impotencia. Hay que expresar amargura por su indiferencia ante el sufrimiento del individuo: personas, animales y plantas, porque ?qui¨¦n puede estar seguro de que los vegetales no sufren? Cualquiera que sea nuestra visi¨®n del espacio que nos rodea", a?adi¨® la poetisa, "?qu¨¦ podamos pensar de este inmenso teatro para el que tenemos billete de entrada, pero con una vigencia rid¨ªculamente corta y con una fecha inevitable hacia otro?"
Pero en estas palabras se esconde una trampa l¨®gica, a juicio de la poeta polaca: "Nuestra sorpresa surge de lo que se aparta de lo ya conocido y de las normas de uso corriente. Y no hay un mundo totalmente claro. Nuestro asombro surge por comparaci¨®n con algo. En las comparaciones cotidianas usamos frases comunes, pero en el idioma po¨¦tico, donde cada palabra se pesa en una balanza, no hay nada que sea com¨²n, normal".
De ah¨ª que "los poetas van a tener siempre mucho que decir", termin¨® diciendo Wislawa Szymborska.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.