Mientras se despe?a el r¨ªo
"Mientras se despe?a el r¨ªo, se est¨¢ secando la huerta". Son versos de Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n en El divino impaciente, cuyo estreno tanto represent¨® en aquel Madrid republicano de antes de la guerra. Pero sobre todo rebosaban gallard¨ªa. As¨ª que encaminado nuestro gaditano universal por esa arriesgada senda a nadie sorprender¨ªa despu¨¦s que los indeseables de Estocolmo le ningunearan descart¨¢ndole del Premio Nobel. Claro que semejante desaire para nada impedir¨¢ que la gloria del S¨¦neca de su invenci¨®n literaria tenga garantizada mayor perennidad que muchos de los incluidos en tan arbitraria n¨®mina, confeccionada al decir de entonces por resentidos incapaces de aceptar que Franco -la espada m¨¢s: limpia de Europa en expresi¨®n de Abc, vertebrador de la oposici¨®n democr¨¢tica de la ¨¦poca seg¨²n ahora nos descubren- hubiera derrotado a la conspiraci¨®n judeo-mas¨®nico-bolchevique.
Comprobado ese sectarismo internacional antipemaniano, qu¨¦ injusto se nos aparece Jos¨¦ Ortega y Gasset cuando al regresar de su exilio lisboeta, mientras descend¨ªa del Lusitania Expr¨¦s y pon¨ªa pie en el and¨¦n de la estaci¨®n de Atocha, dijo aquello de "qu¨¦ se puede esperar de Franco: pemanes y desmanes". S¨ªrvale tal vez de excusa la penosidad de los ferrocarriles de la posguerra y la excitaci¨®n extrema de aqu¨¦l peque?o y fervoroso comit¨¦ de recepci¨®n all¨ª congregado, que le demandaba con urgencia su visi¨®n del r¨¦gimen vigente.
Volvamos a El divino impaciente, cuya reposici¨®n con todos los honores est¨¢ equipo designado por el gobierno del PP para regir los teatros nacionales. Y empecemos por reconocer que los versos recogidos al comienzo de estas l¨ªneas retratan con exactitud la actual situaci¨®n pol¨ªtica. Una situaci¨®n cargada de asuntos de primer inter¨¦s informativo que se despe?an en la infecundidad por la desatenci¨®n refractaria de los medios. V¨¦ase as¨ª c¨®mo las p¨¢ginas de la prensa y los espacios de la radio y la televisi¨®n se hacen impenetrables para el inminente Consejo Europeo de Dubl¨ªn, el borrador del nuevo Tratado de la UE presentado por la presidencia irlandesa tras la primera fase de la CIG (Conferencia Intergubernamental), los movimientos del Bundesbank y del Banco Central Holand¨¦s en torno al euro, la reforma y ampliaci¨®n de la NATO con el cap¨ªtulo espec¨ªfico de nuestra integraci¨®n plena en la nueva estructura militar, la supresi¨®n dictada por CiU del servicio militar y la adopci¨®n del modelo profesional para las Fuerzas Armadas, o las perspicaces propuestas de Pedro Zola -tras una reciente sobremesa distendida en Manila de la mano de Juan Villalonga- para restaurar la presencia espa?ola en Asia al hilo del centenario del desastre. Es comprensible ante un terreno tan pedregoso el fatalismo del responsable de la partitura informativa del Gobierno Aznar. As¨ª queda de manifiesto en sus declaraciones del domingo a Isabel Sansebasti¨¢n, cuando lamenta que, tras dos horas y media de conversaci¨®n con el premier brit¨¢nico John Major en el n¨²mero 10 de Downing Street, s¨®lo hubo comentarios, acerca del abrigo de nuestro presidente.
Por eso, despu¨¦s, cuando la entrevistadora intenta responsabilizar a Miguel ?ngel Rodr¨ªguez de la impenetrabilidad del verdadero mensaje, el secretario de Estado aclara que ¨¦l es el portavoz pero que el sastre es otro. O sea, que las reclamaciones al maestro armero y que los periodistas estamos propiciando la opacidad de los medios informativos interponiendo nuestro protagonismo, e impidiendo que las cuestiones de inter¨¦s real lleguen, a los lectores, a los oyentes y a los espectadores. Ahora que tanto se insiste en la necesidad de acondicionar un espacio como manifest¨®dromo para evitar el colapso circulatorio de los inocentes transe¨²ntes a pie o a pedal, ?por qu¨¦ no regresamos a las costumbres del duelo, de tan arraigada tradici¨®n hasta fechas recientes, y sustanciamos as¨ª las querellas personales entre periodistas sin distraer la atenci¨®n del respetable?
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