El fiscal general ordena que Aranda, M¨¢rquez y Gordillo abandonen la Audiencia Nacional

La guerra en la Audiencia Nacional por las divergencias surgidas en el caso GAL se cobr¨® ayer sus primeras v¨ªctimas. El fiscal general del Estado, Juan Ortiz ?rculo, decidi¨®, a propuesta de la Inspecci¨®n de la Fiscal¨ªa, trasladar al fiscal jefe de la Audiencia, Jos¨¦ Aranda, y abrir expedientes de traslado contra los fiscales Ignacio Gordillo y Mar¨ªa Dolores M¨¢rquez de Prado, a causa de sus enfrentamientos, seg¨²n confirmaron fuentes de la fiscal¨ªa. ?rculo abri¨®, adem¨¢s, otros cuatro, expedientes disciplinarios contra el teniente fiscal Eduardo Fungairi?o y los fiscales Pedro Rubira, Gordillo y M¨¢rquez de Prado por diversas irregularidades. La Fiscal¨ªa del Estado explic¨® que "no prejuzga el resultado final".

Fuentes de la Fiscal¨ªa del Estado interpretaron los traslados y expedientes como un intento de dar ejemplo. Con ello se pretende que se acaben las desobediencias y dejar claro que un fiscal jefe no puede tolerar determinadas conductas.El traslado de Aranda est¨¢ previsto en el art¨ªculo 41 del Estatuto del Ministerio Fiscal, que establece que "Los Fiscales Jefes de los respectivos ¨®rganos podr¨¢n ser removidos por el Gobierno a propuesta del Fiscal General del Estado, que deber¨¢ oir previamente al Consejo Fiscal y al interesado".

Fuentes jur¨ªdicas aseguraron ayer que el motivo del traslado de Aranda es que no ha podido o no ha sabido atajar los enfrentamientos con sus subordinados, y que el propio fiscal jefe explicase sus dificultades en una entrevista publicada en EL PA?S el pasado mes de agosto. Aranda se?alaba entonces que los fiscales Ignacio Gordillo y Mar¨ªa Dolores M¨¢rquez de Prado estaban en guerra permanente contra sus decisiones y que, en ocasiones, aparec¨ªa un tercero en la misma actitud, que unas veces era Pedro Rubira y otras Eduardo Fungairi?o.

El fiscal del Estado, por ello, decidi¨® abrir expediente de traslado contra Gordillo y M¨¢rquez e Prado, aunque en este caso r aplicaci¨®n del art¨ªculo 40.1 de del Estatuto del Ministerio Fiscal Esta norma se?ala que los miembros de la carrera fiscal podr¨¢n ser trasladados "por disidencias graves con el fiscal jefe respectivo por causas a aqu¨¦llos imputables".

El traslado de Aranda es una actuaci¨®n de car¨¢cter no sancionador, prevista en el Estatuto Org¨¢nico del Ministerio Fiscal para los casos en que el fiscal general desea relevar a un fiscal jefe. En ese caso no se siguen los tr¨¢mites de un expediente sancionador, pero el traslado es mucho m¨¢s r¨¢pido. De hecho, el pr¨®ximo Consejo de Ministros podr¨ªa acordar la remoci¨®n de Aranda, bien a la Fiscal¨ªa Antidroga, ¨²nica vacante que requiere la categor¨ªa de fiscal de Sala -la que tiene Aranda- o bien adscrito a la Fiscal¨ªa General del Estado.

Mazazo

En medios pr¨®ximos al fiscal jefe, la decisi¨®n, aunque no reviste car¨¢cter de expediente, ha sido considerada un mazazo, lo que descarta la posibilidad de una salida pactada entre Aranda y el fiscal del Estado. Al fiscal jefe le fue ofrecida recientemente la posibilidad de solicitar la fiscal¨ªa del Tribunal de Cuentas, vacante por el fallecimiento de su titular, Miguel Ib¨¢?ez. Aranda, sin embargo, rechaz¨® la oferta.Para el caso de Gordillo y M¨¢rquez de Prado, de acuerdo con el art¨ªculo 40 del citado estatuto, "el traslado forzoso se dispondr¨¢ por el ¨®rgano que hubiese acordado su nombramiento en expediente contradictorio, previo informe favorable del Consejo Fiscal". Por ello, su eventual traslado de la Audiencia no ser¨ªa inmediato, sino despu¨¦s de la tramitaci¨®n de un expediente para el que ya ha sido nombrado instructor.

Gordillo se enfrent¨® con Aranda en abril de 1995 a prop¨®sito de qui¨¦n era el fiscal encargado del caso Lasa-Zabala. Gordillo hab¨ªa recibido en marzo al polic¨ªa Jes¨²s Garc¨ªa. Este hab¨ªa redescubierto los esqueletos de los dos presuntos etarras, que permanec¨ªan en Alicante desde 1985.

El fiscal se puso en contacto con las familias para que un forense contrastase los datos de Lasa y Zabala con los cad¨¢veres. Realiz¨® la intervenci¨®n en secreto, sin consultar al jefe, ante la sospecha de que pod¨ªa enterrar la investigaci¨®n.

Cuando el caso lleg¨® a la Audiencia Nacional, Aranda inform¨® a Gordillo de que ¨¦l se hac¨ªa cargo provisionalmente, y Gordillo entendi¨® que era apartado del asunto. Pidi¨® entonces por escrito que Aranda explicase su decisi¨®n en una junta de fiscales. Aranda, lejos de convocarla, le replic¨® tambi¨¦n por escrito que no le quitaba el caso, sino que nunca lo hab¨ªa tenido, y que ¨¦l hab¨ªa informado en favor de que el asunto se tramitase en la Audiencia Nacional. Luego, encarg¨® el caso al fiscal Jes¨²s Santos.

Mar¨ªa Dolores M¨¢rquez, por el contrario, se enfrent¨® a Aranda a ra¨ªz del caso Banesto. Anteriormente se hab¨ªan llevado bien, aunque en la actualidad ni siquiera se dirigen la palabra. El fiscal jefe hab¨ªa anunciado a los fiscales que, antes de presentar la querella contra Mario Conde y los antiguos administradores de Banesto, la llevar¨ªa a junta de fiscales para debatirla, pero Aranda s¨®lo les inform¨® de la presentaci¨®n de la misma al d¨ªa siguiente de haberlo hecho, y cuando ya estaba admitida a tr¨¢mite.

De ah¨ª la ruptura de confianza y la remisi¨®n de una dur¨ªsima carta de M¨¢rquez contra el fiscal jefe, que posteriormente retir¨®. No obstante, las discrepancias entre ambos han sido constantes desde entonces.