Mary Leakey, una figura legendaria en el estudio de la evoluci¨®n humana
Mary Nicol conoci¨® a Louis Leakey en 1933 y se enamoraron. Poco despu¨¦s ella vio cumplido su anhelo de viajar a ?frica, donde ¨¦l hab¨ªa emprendido la b¨²squeda del origen del hombre. Empez¨® as¨ª una larga y fruct¨ªfera carrera de esta mujer arque¨®loga y paleont¨®loga que falleci¨® en Nairobi, a los 83 a?os, el pasado lunes. Su hijo Richard dijo que "muri¨® pl¨¢cidamente", sin indicar la causa.Cuando en 1935, Mary Lea key, nacida en Londres, emprende su primera expedicion africana, se conoc¨ªan ya f¨®siles de la l¨ªnea evolutiva humana muy antiguos, pero proced¨ªan de Sud¨¢frica. Ser¨¢n los Leakey los que des cubran el Este de ese continente para la paleontolog¨ªa humana y, aunque ¨¦l adquiri¨® casi todo el renombre inicial de la pareja, nadie niega que ella siempre fue la cient¨ªfica rigurosa y constante que proporcion¨® la mayor¨ªa de los grandes descubrimientos.
En Olduvai (Tanzania), en 1959, Mary encontr¨® el cr¨¢neo de Australopithecus boisei, un hom¨ªnido de 1,75 millones de a?os de antig¨¹edad, antepasado del hombre. Es uno de sus primeros hallazgos sensacionales, al que seguir¨¢n otros much¨ªsimos.
Louis y Mary, con sus hijos Richard, Jonathan y Philip que suelen acompa?arlos en las expediciones, exploran y excavan sobre todo en Kenia y Tanzania. Presentan sus hallazgos en las revistas m¨¢s prestigiosas y se van conviertiendo en leyenda.,
En los a?os sesenta, Mary vive en Olduvai, el magn¨ªfico e inagotable yacimiento que ella va configurando; sus descubrimientos de instrumentos de piedra remotos igualan en importancia a los f¨®siles. El matrimonio, muy distanciado ya, sigue rutas distintas aunque complementarias: mientras Louis se vuelca en la captaci¨®n de fondos y en la divulgaci¨®n de los descubrimientos, code¨¢ndose con pol¨ªticos y fil¨¢ntropos, Mary se pega al terreno. Ella es la que sigue pasando horas ara?ando el suelo africano y la que mantiene los equipos de investigadores. Mientras tanto, su hijo Richard, tambi¨¦n con su esposa, Maeve, se hace una brillante carrera propia en la paleontolog¨ªa. Pr¨¢cticamente todas las figuras de este campo cient¨ªfico, como Donald Johanson o Tim White se forman al amparo de esta familia aunque luego surgieran apasionadas enemistades entre ellos.
En 1978, con Louis muerto seis a?os antes, Mary y su equipo hacen el m¨¢s c¨¦lebre descubrimiento de su carrera: las huellas de Laetoli (Tanzania), un rastro de pisadas de hom¨ªnidos de hace 3,5 millones de a?os que demuestran que aquellos remotos antepasados del hombre ya caminaban erguidos.
"La gran dama de la arqueolog¨ªa" como la ha llamado Virginia Morell, autora del libro biogr¨¢fico de la familia Ancestral Passions, ha vivido sus ¨²ltimos a?os en Nairobi, pegada hasta el ¨²ltimo momento a sus cigarros y sin hacer ascos de vez en cuando a un buen whisky. Louise Leakey, hija de Richard, nieta de Mary y Louis, ha tomado ya el relevo, dirigiendo expediciones y estableci¨¦ndose en el mundo de la paleontolog¨ªa. Muerta la matriarca, los Leakey contin¨²an.
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