La vitalidad del d¨²o Lab¨¦que

Buena parte de la m¨²sica que escuchamos estos d¨ªas tiene un inevitable aire de fiesta, a veces alegre y en ocasiones melanc¨®lico. El martes por la tarde el d¨²o de pianistas Katia y Marielle Lab¨¨que, ambas nacidas en Bayona, junto a la frontera espa?ola, toc¨® para las Juventudes Musicales de Madrid, a cuya presidenta, Mar¨ªa Isabel Falabella, dedicaron una hermosa p¨¢gina de Adolfo Berio, el abuelo de Luciano, as¨ª titulada: Mar¨ªa Isabella.En torno al brillante fragmento, las Lab¨¨que organizaron una fiesta musical que de Brahms y sus danzas nos llevaba a Scaramouche, de Milhaud; se deten¨ªa luego en el Vito del sevillano Manuel Infante, segu¨ªa con Stravinski o ritmaba el Ragtime de Scott Joplin. Todo ello interpretado con primor, vitalidad y esa extraordinaria fusi¨®n que hace de los dos pianos o las cuatro manos una unidad sonora y estil¨ªstica.

Duende de Ravel

En la primera parte, la Rapsodia espa?ola, de Ravel, otro artista fronterizo, sedujo a todos con su duende de m¨¢gico prodigioso, antes que el gran t¨®pico italiano de Tchaikovski en su Capricho inundase el aire con sus ritmos de tarantela. Lleno absoluto, promesa de becas para j¨®venes m¨²sicos y clima cordial y extremadamente simp¨¢tico.Por la noche, la Orquesta de C¨¢mara de la Escuela Reina Sof¨ªa estuvo dirigida por el ingl¨¦s James Judd (Hetford, 1949), un director excelente, preciso, musical, de gran potencia r¨ªtmica y fuerza comunicativa. Ha acertado Paloma O'Shea al invitarlo para el concierto de Navidad, patrocinado por Glaxo WeIlcome. Los j¨®venes instrumentistas se comportaron con anticipado aire de profesionalidad para darnos versiones muy bellas del Concierto para la noche de Navidad, de Corelli, la Sinfon¨ªa en sol menor de Haydn y la formidable Sinfon¨ªa concertante en mi bemol, de Mozart. Fueron excelentes solistas Motoko Toba, violinista; Adriana Ilieva, viola, y los espa?oles Rafael Herrador, Abel Tom¨¢s y Javier G¨®mez Madrigal. El ¨¦xito rode¨® a todos, maestro y j¨®venes profesores.