El FBI detiene a otro topo que pasaba informaci¨®n a Rusia
Un nuevo topo, esta vez en las filas del FBI, y un nuevo caso de infiltraci¨®n rusa en los aparatos de seguridad de EE UU. El Bur¨® Federal de Investigaci¨®n detuvo ayer a uno de sus agentes, Earl Pitts, acusado de pasar informaci¨®n secreta a Rusia. Como en el caso de Harold Nicholson, el agente de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) detenido hace un mes, el funcionario del FBI tambi¨¦n trabajaba por dinero. La frecuencia de casos de agentes dobles causa un profundo malestar en EE UU y preocupa a la maquinaria de seguridad norteamericana.Pitts, de 43 a?os, fue acusado de espionaje, conspiraci¨®n, comunicaci¨®n d¨¦ informaci¨®n secreta y transporte no autorizado de material oficial. En su primera comparecencia ante el Tribunal Federal de Alexandria, en las afueras de Washington, el juez Thomas R. Jones dijo que Pitts lleva nueve anos vendiendo secretos. En 1987, en la ¨¦poca de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, trabaj¨® para el KGB. El cambio en Rusia hizo que Pitts estuviera inactivo en 1992, pero despu¨¦s reanud¨® sus contactos y sigui¨® vendiendo informaci¨®n al organismo que sucedi¨® al KGB por una cantidad cifrada en 224.000 d¨®lares (30 millones de pesetas).
Seg¨²n los documentos manejados por el juez, Pitts entreg¨® a los rusos datos sobre la defensa y la seguridad de EE UU e informaci¨®n personal, m¨¦dica y familiar de agentes del FBI, presumiblemente para ser utilizada como materia de chantaje en el reclutamiento de nuevos "colaboradores". Pitts proporcion¨® tambi¨¦n criterios sobre la mejor estrategia de reclutamiento que los rusos deben seguir con los agentes norteamericanos, plane¨® introducir a un ruso en la academia del FBI y dio a sus contactos una llave de las instalaciones, una combinaci¨®n de dep¨®sitos de seguridad y su propia tarjeta de identificaci¨®n.
Traslado a Quantico
Pitts, que escuch¨® ayer impasible las acusaciones, entr¨® en el FBI en 1983 y trabaj¨® en Nueva York, en una divisi¨®n de contraespionaje. En 1990 fue destinado a Washington, a la sede del Bur¨®, con responsabilidades de supervisi¨®n. Las sospechas sobre sus actividades hicieron que fuera destinado en 1995 a la Academia del FBI en Quantico, cerca de Washington, en donde fue detenido.La imagen de la comunidad del espionaje y la seguridad de EE UU se ha deteriorado considerablemente en los ¨²ltimos a?os. El caso m¨¢s espectacular -y el m¨¢s da?ino para EEUU- fue el del topo Aldrich Ames, un experto en contraespionaje, detenido en 1994 y condenado a cadena perpetua acusado de facilitar con sus informaciones la muerte de nueve agentes. El esc¨¢ndalo que supuso su caso provoc¨® una reforma en los sistemas de detecci¨®n de actividades de espionaje en el interior de los organismos de seguridad.
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