La conexi¨®n

EN UN editorial publicado ayer, el diario El Mundo aplicaba a sus heridas m¨¢s recientes un b¨¢lsamo consistente en establecer ciertas diferencias morales entre la publicaci¨®n de los papeles del Cesid iniciada por este peri¨®dico el lunes y la realizada el martes por EL PA?S. De entrada, ese diario justifica la publicaci¨®n de tales papeles por entregas argumentando que es pr¨¢ctica corriente hacerlo as¨ª cuando el texto en cuesti¨®n es muy extenso. En su apoyo recurre nada menos que al antecedente de The New York Times, que en 1969 public¨® en "una muy larga serie de art¨ªculos" los famosos papeles del Pent¨¢gono.Se comprende que lo hiciera as¨ª, porque tales papeles constaban de unos 7.000 folios...

Ese diario dice que EL PA?S "adultera" el contenido de los papeles al decir, por una parte, que en ellos no se menciona a los GAL y, por otra, que su lectura avala la hip¨®tesis de que la abreviatura incluida en la famosa anotaci¨®n de Manglano "me lo quedo, pte. para el viernes" significa pendiente y no presidente. Los dos documentos que cita ese diario en apoyo de su primera acusaci¨®n no son del Cesid, sino del juez Garz¨®n, que es quien, efectivamente, escribe cuatro veces las siglas GAL. Respecto a la segunda acusaci¨®n, ese diario sostiene que "cuando Manglano quer¨ªa escribir pendiente lo hac¨ªa con todas las letras". La nota de despacho es del 28 de septiembre, mi¨¦rcoles. Hay en los papeles otra anotaci¨®n manuscrita, en la hoja de despacho de 25 de abril de 1984, que dice: "Pendiente para el 27.4". El 25 era mi¨¦rcoles, y el 27, viernes. La deducci¨®n l¨®gica es que los mi¨¦rcoles le¨ªa ciertos documentos, algunos de los cuales dejaba para despachar el viernes. ?Con qui¨¦n? Hay una tercera nota manuscrita de Manglano que dice: "Pendiente. No hacer nada sin mi autorizaci¨®n". Corresponde al 24 de octubre, tambi¨¦n mi¨¦rcoles. El tono taxativo de la orden parece indicar que su destinatario era un subordinado, tal vez el coronel Perote. En todo caso, no parece l¨®gico pensar que fuera el presidente del Gobierno.

Molesta a ese diario que EL PA?S ponga en duda que el origen de los papeles fuera "un muy intenso trabajo de investigaci¨®n period¨ªstica", y reitera que para conseguirlos han necesitado "m¨¢s de un a?o". Todas las letras y hasta los signos de puntuaci¨®n de la totalidad de los papeles cuya publicaci¨®n por cap¨ªtulos inici¨® ese diario el lunes pertenecen a los autos de los jueces Garz¨®n (18 de los 20 papeles), G¨®mez de Lia?o y Justo Rodr¨ªguez en los que piden su desclasificaci¨®n; esos autos fueron redactados la pasada primavera; luego hablar de m¨¢s de un a?o resulta rid¨ªculo. Y un pel¨ªn heroico considerar que lo suyo es intenso trabajo de investigaci¨®n, y lo de EL PA?S, el resultado de "una filtraci¨®n fulminante y muy interesada".

Tambi¨¦n considera ese diario que es absurdo insinuar cualquier conexi¨®n entre la publicaci¨®n de los papeles y los intereses de Mario Conde. Es cierto que no hay pruebas; sin embargo, cabe recordar que el director de ese diario argument¨® en su d¨ªa que lo que daba credibilidad a las declaraciones de Amedo y los dem¨¢s acusados era que conformaban "una versi¨®n coherente en la que cada pieza encaja con las dem¨¢s", mientras que el Gobierno de Gonz¨¢lez hab¨ªa sido incapaz de aportar cualquier explicaci¨®n alternativa m¨ªnimamente coherente. ?ste fue precisamente uno de los principales argumentos de EL PA?S en su denuncia de la guerra sucia a mediados de los ochenta: cuando los GAL mataban.

Ese diario tampoco ha sido capaz de presentar una explicaci¨®n alternativa a la que se deduce l¨®gicamente de la concatenaci¨®n entre la existencia de unos papeles robados por Perote su utilizaci¨®n por un abogado de Conde como elemento de chantaje contra el Gobierno socialista, exigiendo impunidad y dinero para impedir su difusi¨®n, la publicaci¨®n de algunos de esos papeles en El Mundo y la sistem¨¢tica defensa en sus p¨¢ginas de la tesis mariocondista -de ¨¦l, de sus hagi¨®grafos y de sus empleados disfrazados de economistas independientes- de la intervenci¨®n pol¨ªtica de Banesto.

En fin, ese diario concluye afirmando que EL PA?S ha estado siempre "en perfecta sinton¨ªa" con los acusados por los cr¨ªmenes de los GAL, mientras que el peri¨®dico dirigido por Ram¨ªrez "ha hecho sistem¨¢ticamente lo contrario". Cuando los GAL mataban, ese diario no exist¨ªa, luego dif¨ªcilmente pudo estar en contra entonces, como, desde luego, lo estuvo EL PA?S. Y se conservan art¨ªculos de Ram¨ªrez y editoriales de peri¨®dicos dirigidos por ¨¦l que revelan su actitud, como m¨ªnimo ambigua (con benevolencia), respecto a la posibilidad de emprender acciones directas contra los etarras en Francia. En cuanto a la actitud del peri¨®dico de Ram¨ªrez respecto a los acusados de organizar la guerra sucia, muchas veces ha estado en contra, pero otras ha cambiado el tono si los acusados, y aun condenados en firme, se mostraban dispuestos a colaborar con ese diario en el sentido deseado por su director. ?Qu¨¦ desnudez!