Anguita proclama que no quiere morirse sin ver una rep¨²blica en Espa?a

El coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, renov¨® ayer su acto de fe en sus convicciones republicanas al manifestar: "No me quiero morir sin ver una rep¨²blica". Anguita hac¨ªa esta declaraci¨®n en el coloquio de la cena posterior a la conferencia que pronunci¨®. en el Club Siglo XXI. En ella hab¨ªa criticado la existencia de un "conjunto de intereses, actividades, asociaciones y connivencias de car¨¢cter mafioso (...) se van apoderando de los mecanismos y de las pr¨¢cticas del Estado". El l¨ªder de IU lleg¨® a aventurar que las movilizaciones cr¨ªticas contra las consecuencias del Tratado de Maastricht pueden poner en marcha "una coalici¨®n PP-SOE", ya sea mediante un gobierno compartido, un pacto de legislatura o apoyos puntuales. Al defender un Estado federal, pidi¨® el reconocimiento del principio y del derecho de autodeterminaci¨®n..

Advertencia a Nueva Izquierda

En el coloquio posterior, Anguita advirti¨® al Partido Democr¨¢tico de Nueva Izquierda (PDNI) que "se aplicar¨¢n los estatutos" si el di¨¢logo no basta para resolver las discrepancias. Acto seguido calific¨® la creaci¨®n del PDNI de "acto lib¨¦rrimo que no aporta nada diverso y distinto; que no es alternativa" a la corriente mayoritaria de IU.El m¨¢ximo representante de IU hizo una descripci¨®n de la vida espa?ola que equival¨ªa a un desguace de su autenticidad democr¨¢tica. Hoy, dijo, "democracia rima con desmantelamiento del sector p¨²blico, con enriquecimiento de una peque?a casta de privilegiados, con el sacrificio de las conquistas sociales a los imperativos de la econom¨ªa financiera y con la subversi¨®n incruenta del orden democr¨¢tico". Frente a eso, exclam¨®: "Convocamos a la rebeld¨ªa de la inteligencia en nombre de los valores de la humanizaci¨®n".

En ese escenario, Anguita percibe un doble Estado, cuya versi¨®n perversa, es la consecuencia de haberse apoderado de ¨¦l los "intereses, actividades, sociaciones y connivencias de car¨¢cter mafioso". La prueba de ello es, seg¨²n ¨¦l, el terrorismo de Estado, la malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, "la "la presi¨®n contra jueces y fiscales por parte de los otros poderes del Estado e incluso por parte de zonas del propio Poder Judicial".