Rosa Polay: "Tengo un poco de esperanza"

"Al principio me angusti¨¦ mucho, porque me pareci¨® una acci¨®n desesperada. Ahora se habla de negociaci¨®n y tengo un poco de esperanza", afirma Rosa Polay, esposa de V¨ªctor Polay, el encarcelado l¨ªder del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA). Rosa Polay, de 37 a?os, licenciada en Derecho, vive desde 1989 como refugiada pol¨ªtica en un suburbio de la ciudad francesa de Nantes.Sobrevive con sus tres hijos, V¨ªctor (13 a?os), Micaela (10) y Victoria (7) gracias al subsidio m¨ªnimo y algunos trabajos ocasionales. Se enter¨® por la radio de la toma de la Embajada japonesa en Lima, y desde entonces vive pendiente de las noticias. V¨ªctor Polay fue detenido por segunda vez en 1992 y se le conden¨® a cadena perpetua. Su esposa no le ha visto desde 1989, cuando huy¨® de Per¨² con sus hijos."V¨ªctor debe encontrarse ahora en una situaci¨®n muy dif¨ªcil, ya que la reivindicaci¨®n prioritaria del MRTA es precisamente su libertad. Y las condiciones materiales en que vive son muy duras", dice Rosa. Durante m¨¢s de un a?o, V¨ªctor Polay, preso en la base naval de Callao, en Lima, permaneci¨® aislado. "Ten¨ªa prohibidas las visitas y todo contacto f¨ªsico con otro ser humano", relata su esposa, quien solicit¨® a la ONU y Amnist¨ªa Internacional que la Cruz Roja verificara que segu¨ªa vivo.
Desde que la Cruz Roja fue autorizada a acceder al preso, a finales de 1993, ¨¦ste recibe atenciones m¨¦dicas para sus crisis de asma y de claustrofobia y tiene derecho a escribir una vez al mes a su mujer e hijos. No ha habido noticias de ¨¦l desde la toma de la embajada. Rosa Polay insiste en no hablar de pol¨ªtica, aunque milit¨® antes de su exilio forzoso ("la vida era all¨ª invivible, sobre todo para mis hijos") y siempre fue consciente de haberse casado con un dirigente de la izquierda.
"Ya me ha visitado la polic¨ªa francesa para pedirme discreci¨®n en mis declaraciones", se?ala. "Yo no soy portavoz del MRTA, no s¨¦ cu¨¢l es la situaci¨®n en Per¨², ni siquiera he llegado a conocer el r¨¦gimen de Alberto Fujimori", dice. Ahora se limita a agarrarse a la esperanza de que todo acabe bien. "Aunque Fujimori advierta que no ceder¨¢, se habla de negociaciones y ninguna de las partes puede desear que eso desemboque en una matanza", piensa en voz alta. No se permite imaginar la posibilidad de que su marido recupere la libertad. "Enti¨¦ndalo", explica, "lo prioritario es que no haya un ba?o de sangre en Lima y que aqu¨ª, en casa, mis hijos puedan sobrellevar la situaci¨®n, que es muy tensa".
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