"pujol me ha robado mi pa¨ªs"
Pregunta. Ahora hace diez a?os que se march¨® a Madrid a ser otro.Respuesta. S¨ª, se?or, diez a?os. S¨ª, se?or, a ser otro. Ya no pod¨ªa aguantar m¨¢s.
P. ?El qu¨¦?
R. El ambiente. El hombre ¨¦ste...
P. ?Qui¨¦n?
R. Pujol. Ya lo impregnaba todo.
P. ?Hab¨ªa alguna otra raz¨®n para marcharse?
R. Hab¨ªa muerto mi padre.
P. ?Ese a?o?
R. Dos a?os antes. Entonces empec¨¦ a pensar en irme. Luego hab¨ªa otra raz¨®n, claro. Yo mismo. Lo que era. Hubiera acabado como la Mo?os: en las Ramblas, y querida por todos.?Sabe ... ?: yo ya lo hab¨ªa hecho todo. Todo cuadraba. Todo era muy l¨®gico, perfecto. Me quer¨ªan y yo les quer¨ªa.
P. Hay quien malgasta la vida para que esto suceda, sin lograrlo.
R. Lo s¨¦, pero las vidas son intransferibles. Bien, tambi¨¦n hab¨ªa una mujer. Siempre hay una mujer.
P. ?Aqu¨ª o all¨ª?
R. Aqu¨ª hab¨ªa una de la que hu¨ªa. All¨ª cre¨ª que me esperaba otra.
P. ?Le esper¨® poco?
R. -Bien: cuando llegu¨¦ ya no estaba. Pero decid¨ª quedarme. Ya que hab¨ªa ido... Es verdad que ten¨ªa tambi¨¦n un proyecto art¨ªstico. Yo iba a conquistar Madrid. Fracas¨¦. Solfa ha hecho tres discos, y estoy satisfecho, pero comercialmente ha sido un fracaso.
P. Ahora viene m¨¢s a me nudo a Catalu?a. ?Podr¨ªa vivir aqu¨ª?R. Podr¨ªa, pero necesito un tiempo. No estoy maduro para soportarla. Le he dicho que hace diez a?os Pujol. ya lo impregnaba todo. Imag¨ªnese ahora. Es curioso pero en Madrid tengo una cierta necesidad de hablar bien de ¨¦l: un gran pol¨ªtico, un monstruo, esas cosas. Pero en cuanto pongo el pie aqu¨ª, se me pasa al punto. Pujol es el padre que hay que matar, porque te hace imposible repirar y vivir.
P. ?No ha podido acceder a la indiferencia?
R. No, se?or. No he podido. Ser¨ªa fant¨¢stico. No he podido. Pujol me ha robado mi pa¨ªs.
P. ?Cu¨¢l era su pa¨ªs?
R. Un pa¨ªs que fue Catalu?a. La Catalu?a gal¨¢ctica, como yo la llamaba. Sucedi¨® en los setenta y un poquito de los ochenta. Pero ven¨ªa de lejos. Ven¨ªa, por ejemplo, de mi padre, Mi padre estuvo en la FAI, despu¨¦s con Lerroux, despu¨¦s con Estat Catal¨¤, despu¨¦s fue voluntario de la Rep¨²blica y con Franco estuvo en el PSUC. Eso es lo que yo llamo una vida heroica. Hubo algunos, antes de esta redenci¨®n catalanista, que nos cre¨ªmos m¨¢s o menos herederos de todo esto. Ahora son tipos que cobran del presupuesto, no votan a Pujol, pero se encogen de hombros, porque mira pel pa¨ªs. Y tanto... En realidad, su mecanismo es muy sencillo: el dinero y los sentimientos. Eso, combinado, da las peores corrupciones. Toda la obsesi¨®n de estos a?os ha sido fer p¨¤tria. Y a m¨ª qu¨¦ me iba a importar eso, si yo la patria ya la ten¨ªa hecha. Haciendo patria me robaron la m¨ªa. Se apoderaron de todo.
P. Con un asentimiento bastante general, sin embargo.
R. Es cierto. Tal vez Catalu?a era esto y los setenta, aquel tiempo donde no hab¨ªa subvenciones ni certezas, fuesen en realidad la anomal¨ªa. Tal vez Catalu?a sea en reafidad este lugar cerrado, con este olorcillo, donde se vive bien y se piensa mal.
P. ?Tiene alguna prueba concreta de lo que dice?
R. ?Prueba? Mire: el PSOE compr¨® la movida y la movida se acab¨®. En Catalu?a, la Generalitat ha comprado la cultura catalana y la cultura catalana se ha acabado. Y adem¨¢s le ha salido barata. ?Prueba? ?Quiere m¨¢s prueba que un hombre como Llu¨ªs Llach sea el cantautor oficial de Catalu?a?
P. El Viajante es un heter¨®nimo conciliador. Por vez prim¨¦ra parece que usted puede hablar de sus otros sin llegar a negarse.R. El Viajante es un forastero aburrido, un estado que me parece perfecto. Llega a un lugar, lleva algunas cosas en la maleta, la abre y las muestra. Dar¨¢ lo que le pidan, si lo lleva.
Dar¨¢ Sisa, Solfa, Ventura Mestres, dar¨¢ lo que pueda. Esa conciliaci¨®n que usted dice es cierta. En realidad, mis heter¨®nimos son muy antiguos. Solfa ya aparece en 1974, Ventura Mestres un a?o despu¨¦s. Pero mis heter¨®nimos, a diferencia de los de Pessoa, de los de un escritor cualquiera, deb¨ªan dar la cara, deb¨ªan construir un personaje p¨²blico hecho y derecho, sin ataduras y sin Confusiones. Por eso, Ricardo Solfa se negaba a hablar de Sisa. No ten¨ªa m¨¢s remedio. La construcci¨®n del personaje me ha salido bien: no ya art¨ªsticamente, sino en la propia vida. En Madrid soy Ricardo para todos.
P. ?Por qu¨¦ eligi¨® Madrid?
R. Por aquella mujer y porque Madrid no existe.
P. Eso facilitaba sus prop¨®sitos.
R. Perfectamente. Yo quer¨ªa ser invisible, dejar de ser y para eso lo mejor es vivir en un lugar que no es tal lugar.
P. ?La vida era lo que esperaba?
R. Uno dice que la vida es una mierda y se acaba en seguida. Porque lo es. Pero a poco que uno mire de cerca, la vida es como la tristeza post coitum. Se est¨¢ bien con ella aunque sepas que en realidad despu¨¦s del polvo ya no queda nada. Mi vida ha cambiado, claro. Me canso m¨¢s y bebo menos.
Pero la vida espiritual es un asunto extraordinario. El Viajante lo sabe. ?l ha vivido todos los momentos y los dem¨¢s no los han vivido. El est¨¢ preparado para llegar a un lugar, sentarse y no hacer nada si es esto lo que le piden o lo que cabe hacer en aquel momento.
P. ?Regresar¨¢?
R. A¨²n no estoy preparado. Pero me gustar¨ªa tener un motivo. Uno ser¨ªa que el personaje dejase de mandar. Otro, que lo que voy a hacer con Pau Riba me obligase a ir volviendo y a comprarme una casa. Esto de los poemas con Pau me excita como pocas cosas que he hecho. Es llegar. Subir al escenario. Sentarse. Abrir la luz. Y leer hasta que la luz se apague.
Babelia
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