El 0,7%
Es dif¨ªcil imaginar situaciones que no has experimentado con anterioridad y m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa si se trata de situaciones de extrema dificultad o supervivencia para los que tenemos una posici¨®n m¨¢s o menos confortable y sin vistas de pasar hambre en el futuro.?Otra vez el hambre!, me dir¨¦is; ?qu¨¦ pesadez! Ya sabemos que hay personas que mueren de hambre, ?y qu¨¦ podemos hacer nosotros? Ya, ya s¨¦ que no es f¨¢cil. Yo tambi¨¦n me hago esta pregunta sin saber qu¨¦ responder. Pero no por ello puedo cruzarme de brazos, no.
Durante a?os he observado numerosas manifestaciones y protestas, y me he preguntado una y otra vez cu¨¢ndo habr¨ªa una manifestaci¨®n en la que se pidiera algo para los que de verdad lo necesitan, algo que no fuera para mejorar su bienestar ya existente, sino para denunciar situaciones de injusticia tales que son causa de muerte y de hambre para millones de seres humanos.
Por fin he descubierto que hay un grupo de personas que se manifiestan y quieren ser la voz de los sin voz; me refiero a la Plataforma del 0,7%.
He podido comprobar c¨®mo esta sociedad acomodada en la que incluyo no s¨®lo a la gente sencilla como yo, sino a los que tienen las riendas del poder en sus manos -profesionales de la informaci¨®n, pol¨ªticos, jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica, etc¨¦tera-, esta sociedad, digo, est¨¢ queriendo minimizar, acallar e ignorar gestos solidarios que si hubieran sido realizados por otra causa -?menos altruista?- sospecho que hubieran encontrado amplio eco en esta sociedad.
Los gestos solidarios como:
-Que durante m¨¢s de un mes un grupo de personas se haya acogido al derecho de asilo humanitario en la catedral de la Almudena de Madrid y en otras muchas provincias de Espa?a, en nombre de los sin voz, de los que mueren.
- Que d¨ªa a d¨ªa, bajo las inclemencias meteorol¨®gicas, otro grupo se haya concentrado a las ocho de la tarde en la entrada de la catedral de la Almudena y haya acudido a llamar a las puertas de los ¨²nicos capaces de arreglar la situaci¨®n -los del Norte-, gritando: "?Pan!" en nombre de los que carecen de ¨¦l.
- Los ayunos que se han ido repitiendo un d¨ªa y otro, y tantos otros gestos en toda Espa?a de solidaridad aut¨¦ntica, me hace pensar que mi b¨²squeda no ha sido en vano, que a¨²n hay gente capaz de imaginar lo inimaginable y que, a pesar del intento de acallarlos, su valent¨ªa y su ilusi¨®n son capaces de generar esperanza en lo m¨¢s profundo del ser humano, y de sentir menos ver-
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g¨¹enza de nuestra condici¨®n de hombres. En nombre de los que mueren: ?gracias 0,7%!-
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