La librer¨ªa Lagun

Soy librera, la librera propietaria de la librer¨ªa Lagun, que est¨¢ situada en la plaza de la Constituci¨®n, de San Sebasti¨¢n. Tengo que hacer p¨²blica una noticia y una denuncia. La noticia es que, con frecuencia, ¨²ltimamente con insistente frecuencia (y con total impunidad y olvido por parte de quienes deben velar por nuestras vidas y propiedades), mi librer¨ªa est¨¢ siendo objeto de atentados -mas de veinte, seguramente, s¨®lo en este a?o-, los m¨¢s graves de ellos consistentes en la rotura de los cristales de los escaparates y en el muy importante da?o causado a los libros que se exhib¨ªan en su interior, al rociarlos con pintura.La denuncia es contra esos atentados que, si bien en ning¨²n caso se justificar¨ªan, menos todav¨ªa lo est¨¢n por lo que de simb¨®lico supone la agresi¨®n a un centro de manifestaci¨®n de la libertad de imprenta y de difusi¨®n de la cultura, como es el caso de una librer¨ªa.

A esta denuncia uno mi dolorida sorpresa por recibir tales ataques, tan absurdos en relaci¨®n con la historia de esta librer¨ªa. Y con mi vida.Mi librer¨ªa fue fundada en el a?o 1968. Desde su comienzo la empresa ha tenido un proyecto vocacional: su actividad ha estado directamente ligada, como he dicho, a la libertad de imprenta. Ha sufrido, por ello, en la ¨¦poca de Franco, multas y agresiones. Muchos guipuzcoanos recordar¨¢n la actividad clandestina que se desarroll¨® en esos a?os negros, tan distintos, ?o no tan distintos?, de estos otros a?os, tambi¨¦n para m¨ª negros. Conocer¨¢n la trastienda de los libros prohibidos, tan odiada por los censores de aquella ¨¦poca. Y la rebotica de las conversaciones de la libertad, en la dictadura, con tantas gentes de tan diferentes proyectos democr¨¢ticos.

?Necesito ense?ar a algunos, en este momento, c¨®mo la librer¨ªa fue el lugar en donde se recog¨ªan fondos, tambi¨¦n clandestinamente, para ayudar a los chilenos exiliados en el momento de la ca¨ªda de Allende? ?Necesito decir que fui la ¨²nica comerciante que sufri¨® prisi¨®n por intentar movilizar al comercio con el fin de evitar las ejecuciones de Txiki y Otaegui? ?Necesito recordar c¨®mo fui una de las fundadoras de la sociedad que se constituy¨® para apoyar a los comerciantes agredidos por los fascistas en el franquismo? ?O me reprochan acaso una evidente verdad: que nunca he sido de ETA? ?O que, aunque titular de la librer¨ªa, no he trabajado nunca sola, sino que, desde el principio, ha tenido en ella su puesto de trabaja Ignacio Latierro, hoy parlamentario vasco? Pues lo cierto es que las coacciones no me van a obligar a renunciar ni a mis ideas, ni a mis amigos, ni al trabajo de los que han formado conmigo lo que ha sido, lo que es y lo que ser¨¢ la librer¨ªa Lagun.

Y a mis amigos, a todos los amigos de tantos a?os, pido hoy apoyo.-