El 96 les sacudi¨® la vida

El subastero les arruin¨® la NavidadEl matrimonio formado por Jos¨¦ Brenes y Eduarda Mart¨ªnez pas¨® su primera Nochebuena en 16 a?os lejos del barrio de La Alh¨®ndiga. Brenes, un conserje de Getafe (143.000 habitantes), asisti¨®, impotente, el pasado 11 de octubre al desalojo de su vivienda de la avenida de los Reyes Cat¨®licos. Desde aquel d¨ªa nadie ha pisado ese humilde piso de 64 metros cuadrados que un subastero, Jos¨¦ Sancho Esteller, se apropi¨® por la irrisoria cantidad de 295.000 pesetas. Jos¨¦ y Eduarda viven ahora de prestado en una casita del Sector III que les han proporcionado unos amigos hasta que a la hija de ¨¦stos, de 19 a?os, no le llegue la hora de casarse. "Les estaremos agradecidos mientras vivamos", resume su mujer.

Jos¨¦ Brenes, de 56 a?os, sigue trabajando en el Hospitalillo de San Jos¨¦, sede de los servicios sociales del municipio, aunque ha de abandonar su puesto tres d¨ªas al mes para recibir tratamiento para sus maltrechos ri?ones, Eduarda Mart¨ªnez, de 55, se levanta a diario a las seis de la ma?ana con objeto de sacar algunas perrillas con la limpieza de casas y portales, aunque acabe deslomada la mayor¨ªa de los d¨ªas. No tienen ni idea de c¨®mo van a ahorrar para otro piso. El suyo les hab¨ªa costado, all¨¢ por 1981, 2,3 millones. El anterior propietario lo hipotec¨® cuando todav¨ªa figuraba a su nombre en el registro y el subastero sac¨® provecho del r¨ªo revuelto.

Sus antiguos vecinos de Reyes Cat¨®licos, 31 siguen incondicionalmente a su lado. Todos se han juramentado para "hacerle la vida imposible" a quien osara ocupar ese 7 B. Las celebraciones navide?as de la familia desahuciada se trasladan este a?o 1996 a Mallorca, donde viven cinco hermanos de Brenes y su madre, muy delicada de salud La anciana mujer no sabe ni media palabra de las desventuras de su hijo y su nuera. Ni lo sabr¨¢: morir¨ªa del disgusto, aseguran. Jos¨¦ y Eduarda se llevar¨¢n a la isla una voluminosa carpeta de recortes de prensa y un par de cintas de v¨ªdeo con sus apariciones televisivas. Nunca imaginaron que tendr¨ªan tanto protagonismo-