DISCOTECA MENOS POP PRESIDENCIAL

Un intento de la influyente Asociaci¨®n Discogr¨¢fica de Am¨¦rica (RIAA) de regalar unos mil discos compactos a Bill y a Hillary Clinton para que la Casa Blanca tenga una colecci¨®n permanente de m¨²sica popular ha descubierto una divertida historia de las relaciones entre los ¨²ltimos l¨ªderes del mundo libre y la m¨²sica popular. Fue en 1973 cuando el presidente Richard Nixon acept¨® una primera oferta de 500 discos de vinilo de m¨²sica cl¨¢sica, pop, country, foIk y jazz. El desaparecido productor musical John Hammond escribi¨® m¨¢s tarde que "fue la primera vez que esta parte muy importante de nuestra cultura fue reconocida por una Administraci¨®n". Cinco a?os m¨¢s tarde, Jimmy Carter acept¨® una ampliaci¨®n de la discoteca de la Casa Blanca, que ya inclu¨ªa el rock e incluso la m¨²sica punki -Lynyrd Skynyrd, Frank Zappa, The Clash, The Ramones, Sex Pistols...-O como dijo Rosalynn Carter, "melod¨ªas populares silbadas y tarareadas por la gente a lo largo del pa¨ªs". Por desgracia, la colecci¨®n no sobrevivi¨® la era Reagan-Bush. Nancy Reagan decret¨® que no hab¨ªa espacio, y durante la presidencia de George Bush los discos permanecieron almacenados. Con la primera pareja presidencial baby boomer, posvinilo, y adem¨¢s m¨²sicos (¨¦l), la RIAA pens¨® que ya era tiempo para actualizar y digitalizar la discoteca. Pero la Casa Blanca ha dicho " no, gracias". Seg¨²n Tim Sites, de la RIAA, hay dos versiones. Una, que Hillary considera que no hay tiempo para tales frivolidades. Y dos (la preferida por Sites), que Bill ya tiene su propia colecci¨®n considerable de m¨²sica. Y en formato de discos compactos, por supuesto.-