Milosevic promete "grandes cambios", pero ignora a la oposici¨®n, la OSCE y el fraude electoral
(EFE)El presidente serbio, Slobodan Milosevic, perdi¨® la oportunidad del discurso de A?o Nuevo para acatar las recomendaciones de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) y aceptar la derrota de su coalici¨®n en 14 ciudades en las elecciones municipales del 17 de noviembre. Milosevic, que ignor¨® los 42 d¨ªas de manifestaciones callejeras de la oposici¨®n y el fraude electoral, se limit¨® a prometer mejoras sin especificar y a decir que 996 fue un buen a?o. "Entramos en un a?o de reformas y de grandes cambios estructurales", asegur¨®.
Pese a esta actitud de aparente intransigencia, la diplomacia se mueve con intensidad. El ministro yugoslavo de Exteriores, Milan Milutinovic, en conversaci¨®n telef¨®nica con su hom¨®logo franc¨¦s, Herv¨¦ de Charette, reconoci¨® que el informe elaborado por la delegaci¨®n de, la OSCE encabezada por el ex presidente del Gobierno espa?ol Felipe Gonz¨¢lez "es muy constructivo", pero solicit¨® "un periodo de reflexi¨®n" antes de decidir nada.Casi al mismo tiempo, una delegaci¨®n de diplom¨¢ticos de la Uni¨®n Europea (UE) -compuesta por representantes del Reino Unido, Italia y Holanda- se entrevist¨® en Belgrado con Nikola Cicanovic, el n¨²mero dos de Milutinovic. Tras el encuentro, los diplom¨¢ticos aseguraron que el presidente serbio, Slobodan Milosevic, parece dispuesto a acatar la victoria de la oposici¨®n en las pasadas elecciones municipales. Sin embargo, no aportaron prueba alguna de su optimismo. Incluso, esta delegaci¨®n, pese a solicitarlo, no pudo entrevistarse con el propio Milosevic, que se hallaba demasiado ocupado.
Durante la retransmisi¨®n televisiva del discurso de A?o Nuevo del presidente serbio, miles de ciudadanos siguieron las consignas de la oposici¨®n y se agolparon en sus ventanas haciendo sonar cacerolas, tapaderas y silbatos en se?al de protesta. Horas despu¨¦s, los manifestantes se lanzaron a las calles -s¨®lo en Belgrado se reunieron m¨¢s de 20.000 personas, pese a los 10 grados bajo cero de temperatura- para celebrar la llegada de 1997 y reiterar su protesta contra el fraude.
El famoso prestidigitador Mago Rosi realiz¨® ante decenas de miles de belgradenses un celebrad¨ªsimo n¨²mero "de escamoteo de papeletas en una urna transparente", y prometi¨® que reaparecer¨¢n "cuando se haga la democracia". A las doce en punto, coincidiendo con las campanadas de medianoche, los manifestantes y otras muchas personas desde sus hogares hicieron sonar sus despertadores. Vuk Draskovic, uno de los l¨ªderes de la coalici¨®n opositora Zajedno (Unidos), lo hab¨ªa solicitado como s¨ªmbolo inequ¨ªvoco de que a Milosevic se le acaba el tiempo.
Milolevic, pese a las especulaciones de que podr¨ªa aprovechar su discurso de A?o Nuevo para hacer un gui?o a la oposici¨®n o a la OSCE, decepcion¨®. El presidente se concentr¨® en gran medida en el asunto de las privatizaciones, quiz¨¢ en el ¨¢nimo de ganarse a las empresas occidentales deseosas de competir por las obras pendientes en telecomunicaciones e infraestructura.
La negativa de Milosevic a asumir el declive de su prestigio tras los fracasos de la pol¨ªtica serbia en Bosnia y Croacia le han puesto en contra de las ¨¦lites intelectuales urbanas que le alzaron en 1997 con un programa nacionalista panserbio. La propia Iglesia cristiana ortodoxa serbia ha convocado para hoy al Santo S¨ªnodo, su asamblea suprema, para tratar de la crisis.
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