Lenguas
La carta de Hilaria Camacho (EL PA?S, 14 de diciembre) en la que se queja de que una l¨¢mina para hacer punto de cruz llevase las instrucciones s¨®lo en ingl¨¦s y de que una parte del folleto que acompa?a unas zapatillas de deporte est¨¢ s¨®lo en ingl¨¦s, a pesar de ser fabricadas en Elx (?c¨®mo se escribir¨¢ Elx en ingl¨¦s?), pone el dedo en la llaga de una cuesti¨®n que un d¨ªa u otro habr¨¢ que plantear con rigor, y que es la siguiente.Como es f¨¢cil comprobar, peri¨®dicamente aparecen ilustres acad¨¦micos y catedr¨¢ticos que, a veces, sin ni tan siquiera venir a cuento, claman y alertan sobre los graves peligros que el castellano (o espa?ol, que tanto da) corre en Catalu?a. Se ha hablado de persecuci¨®n e incluso de peligro de exterminio. Son las mismas personas que viajan en Intercity (?se imaginan el pitote que se armar¨ªa si alguien pidiera que el Intercity entre Valencia y Barcelona se llamase Interciutats?), mientras hablan por Interline o Interstar, sin tan siquiera mover una pesta?a.
Que ven con toda tranquilidad no, ya c¨®mo se traducen los t¨ªtulos de las pel¨ªculas que se doblan, sino c¨®mo se fabrican pel¨ªculas espa?olas con t¨ªtulo directamente en ingl¨¦s. ?Demasiado! (perd¨®n, Too much!).
Que ven con toda tranquilidad decenas de juegos de v¨ªdeo o de cartas con las instrucciones exclusivamente en ingl¨¦s. Como cada vez es m¨¢s dif¨ªcil encontrar discos que lleven comentarios en su tan amado, a ratos, espa?ol. Y tanto da que sea una grabaci¨®n de cualquier grupo de rock como The Late String Quartets de Beethoven. Tanto da una grabaci¨®n v¨ªdeo o un laser disc de Tina Turner, como del Orfeo and Euridice de Gluck, subtitulado en ingl¨¦s.
Pero que claman, ante las tremendas agresiones de las lenguas ind¨ªgenas, especialmente el catal¨¢n, y consiguen que se declare inconstitucional que en Catalu?a, Baleares, Pa¨ªs Valenci¨¢, Euskadi o Galicia haya productos etiquetados en la lengua ind¨ªgena (y digo ind¨ªgena porque parece que decir propia es un delito de intolerancia) que intenta no ahogarse dentro de ese mar de hipanglis que la rodea-.
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