Atragantados por el 97

El a?o 1997 comenz¨® a latir muy deprisa. Las tradicionales campanadas del reloj de la Puerta del Sol, reci¨¦n restaurado, corrieron m¨¢s que nunca. Y con ese son, m¨ªles de personas se atragantaron por toda Espa?a al intentar consumir las uva de la suerte en el a?o nuevo.En las ¨²ltima d¨¦cadas, las campanadas del nuevo a?o sonaban en 36 segundos. El relojero, Vicente Rodr¨ªguez, encargado de controlar su tic-tac desde hace 20 a?os, demoraba el martillete que golpeaba las campanas de bronce para tomar cada uva en tres segundos. Esta vez, la docena de campanadas acab¨® en menos de la mitad (17 segundos) por orden de Juan Blasco, un arquitecto de la Direcci¨®n General de Agricultura y Vivienda de Madrid, responsable de las obras de rehabilitaci¨®n que se est¨¢n realizando en el edificio que sirve de sede al Gobierno regional de Madrid.

Blasco explic¨® ayer con detalle la cadencia de las manecillas que tanto extra?¨® a los espa?oles en Nochevieja: "Elreloj se desmont¨® en el mes de mayo por la reforma del edificio". "Entonces", prosigue, "se restaur¨® por los joyeros de Losada [un taller de relojer¨ªa de Madrid] y se mont¨® el 18 de diciembre. Las 12 campanadas suenan desde entonces y como siempre en 17 segundos".

"Decidimos no alterarlo para el comienzo del a?o por miedo a que su manipulaci¨®n pudiese provocar alg¨²n problema, e incluso pararlo", agreg¨®, "ya que el carill¨®n de la Puerta del Sol es una pieza de artesan¨ªa que regal¨® en 1866 el relojero Jos¨¦ Losada".

A pesar del deseo de la Comunidad de Madrid, el relojero Vicente Rodr¨ªguez reiter¨® en varias entrevistas, durante el 31 de diciembre, que aplicar¨ªa el truco. "Voy a poner unos prolongadores para que tarde m¨¢s tiempo en levantar los martillos que golpean la campana. As¨ª dejo tiempo, unos tres segundos entre uva y uva". A las 23.30 repiti¨® esas palabras en Telemadrid. Al instante recibi¨® la llamada de Juan Blasco para que no manipulase la esfera. "Le insist¨ª en que era algo irrespetuoso para la maquinaria y peligroso para el 'reloj", se?al¨® el arquitecto de la Comunidad de Madrid.

El relojero reconoci¨® ayer: "Las campanadas fueron al ritmo ordinario de cada d¨ªa. No apliqu¨¦ el truco porque as¨ª me lo ordenaron". Luego a?adi¨® m¨¢s confusi¨®n al se?alar que la orden se dio para que una cadena de televisi¨®n pudiera incluir una determinada publicidad. La Comunidad de Madrid lo desminti¨®: "Es absurdo decir eso", indic¨® Juan Blasco. "Las campanadas . sonaron como siempre por respeto a la propia m¨¢quina".

El arquitecto reconoce que, por recomendaci¨®n popular, se podr¨ªa hacer m¨¢s lenta la cadencia de las campanadas. Pero aclara: "Si as¨ª se decide, sonar¨¢n todo el a?o las horas en punto cada tres segundos".

"S¨®lo me dio tiempo a comerme la mitad", dec¨ªa ayer Andr¨¦s Segovia, de 64 a?os, en la Puerta del Sol. Aurelio, de 45 a?os, miraba extra?ado ayer tarde el reloj desde el kil¨®metro cero. "Me pregunto yo qu¨¦ le pasar¨ªa al reloj", dec¨ªa con estupor. "Corri¨® demasiado, ?verdad?", agreg¨®. "Es que no me dio tiempo a masticar y comer", apuntaba, malhumorada, una lotera de la calle de Carretas. Y es que el frenes¨ª de las primeras horas del 97 era el hilo principal de m¨²ltiples tertulias.