"El objetivo de las reformas es perfeccionar nuestro socialismo

Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez es uno de los principales colaboradores del vicepresidente cubano Carlos Lage, el principal responsable del proceso de reformas econ¨®micas en la isla. Rodr¨ªguez, de 50 a?os, pas¨® directamente de la academia al Gobierno en 1993. En aquella fecha, cuando era subdirector del Centro de Estudios de la Econom¨ªa Mundial, fue nombrado ministro de Finanzas, y dos a?os m¨¢s tarde pas¨® a ocupar su cargo actual, desde el que controla y ejecuta las transformaciones econ¨®micas que tienen lugar en su pa¨ªs. Piensa que, por primera vez desde la ca¨ªda del campo socialista, 1996 fue un ano bueno para la econom¨ªa cubana. "Antes, llegar a final de a?o ya era un triunfo. Ahora atravesamos el umbral de la recuperaci¨®n, empezamos a subir la escalera", asegura. Sin embargo, piensa que todav¨ªa queda mucho por hacer y dice que la apertura en su pa¨ªs no va a conducir al capitalismo.Pregunta. ?Hasta d¨®nde est¨¢ dispuesto a llegar el Gobierno cubano en el proceso de reformas econ¨®micas?

Respuesta. Estamos dispuestos a llevar el proceso de reformas hasta donde sea necesario, pero para conseguir el objetivo que no hemos propuesto, que es perfeccionar nuestro socialismo, no para transitar hacia el capitalismo. En nuestro modelo el Estado juega un papel estrat¨¦gico. No s¨®lo como redistribuidor o garantizando los servicios sociales, sino como un actor econ¨®mico eficiente en la esfera de la producci¨®n. All¨ª donde el Estado no sabe o no es capaz de llegar con eficiencia, se busca ayuda en la inversi¨®n extranjera o en el sector privado.

P. Pero... ?cu¨¢les son los l¨ªmites de la apertura econ¨®mica?

R. A lo que no estamos dispuestos es a desarrollar un proceso de privatizaci¨®n masiva o a alentar una expansi¨®n masiva del negocio privado, pues no pensamos que esto vaya a solucionar nuestros problemas. Eso no significa que no abramos un espacio tan grande como sea necesario a la iniciativa privada, pero concebida como un complemento al Estado.

P. En enero de 1996 hab¨ªa en Cuba 208.000 trabajadores por cuenta propia. Hoy, despu¨¦s de las ¨²ltimas regulaciones e impuestos, la cifra ha descendido hasta 180.000. M¨¢s bien parece que se quiere maniatar la iniciativa privada...

R. El que se haya reducido el n¨²mero de trabajadores por cuenta propia no significa que estemos coartando la iniciativa privada. Este a?o se aplic¨® por primera vez un sistema de impuestos donde se estrenan las declaraciones juradas de los ingresos personales, y por eso estamos en un periodo de l¨®gico reacomodo. No tendr¨ªa sentido que, por un lado, hubi¨¦ramos aprobado este tipo de trabajo, para cerrarlo por otro. Pensamos que el trabajo por cuenta propia seguir¨¢ creciendo y que en el futuro se estabilizar¨¢ en tomo a una cifra de 350.000 personas.

P. ?El Gobierno cubano piensa autorizar en 1997 la peque?a y mediana empresa privada, una, de las reformas pendientes?

R. No s¨¦ si ser¨¢ este a?o o el que viene, pero estamos valorando diversas alternativas para encauzar y regular la creaci¨®n de la peque?a y mediana empresa. Es un tema que queremos estudiar bien antes de tomar cualquier decisi¨®n, pues no deseamos que luego haya que dar pasos atr¨¢s. Habr¨¢ peque?a y mediana empresa privada, pero en el an¨¢lisis que estamos haciendo no excluimos a las empresas estatales, a las cooperativas e incluso a empresas mixtas entre el sector privado y estatal. En cualquier caso, creemos que los problemas fundamentales del pa¨ªs debemos resolverlos con las grandes instalaciones industriales, no con la proliferaci¨®n de miles de peque?as empresas privadas.

P. ?Se aceptar¨¢ la contrataci¨®n libre y el trabajo asalariado en la incipiente iniciativa privada?

R. No hemos llegado a esa conclusi¨®n. No nos gusta la idea de abrir la libre contrataci¨®n ni el trabajo asalariado. Pensamos que hay otras f¨®rmulas alternativas que pueden utilizarse antes de llegar ah¨ª.

P. ?El. Gobierno cubano est¨¢ dispuesto a convivir y aceptar los cambios pol¨ªticos que conllevan las reformas econ¨®micas? Un ejemplo. Si los due?os de los restaurantes privados crean ma?ana una asociaci¨®n y empiezan a reivindicar derechos al Estado de forma conjunta y al margen del sindicato oficial, ?qu¨¦ pasar¨ªa?

R. Nosotros no: estamos estimulando la creaci¨®n de asociaciones independientes en esa direcci¨®n, pero los intereses de estos grupos de personas se escuchan. Vamos a hacer una suerte de ensayo para integrar a los trabajadores por cuenta propia en los sindicatos, para ver c¨®mo funciona. Ahora, con claridad, digo que no vamos a admitir un enmascaramiento en organizaciones de este car¨¢cter para cuestionarse el sistema y los objetivos b¨¢sicos de la Revoluci¨®n.

P. ?Cu¨¢les vana ser las prioridades econ¨®micas que tiene previstas el Gobierno cubano en 1997?

R. La prioridad fundamental es buscar un equilibrio financiero externo. Por diversos motivos, en los ¨²ltimos a?os hemos tenido que hacer frente a las necesidades de la econom¨ªa con cr¨¦ditos a corto plazo, que tienen un tipo de inter¨¦s muy alto. El a?o pasado el cr¨¦dito de proveedores se estim¨® en 2.400 millones de d¨®lares [312.000 millones de pesetas], aproximadamente el 23% de la deuda cubana, que es de 10.500 millones de d¨®lares. Esta cifra es muy alta. Al no pertenecer a instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial, nos es muy dif¨ªcil obtener cr¨¦ditos a corto y medio plazo.