C¨¢rceles latinoamericanas

Los guerrilleros peruanos que ocupan la residencia del embajador japon¨¦s exigen, entre otras cosas, mejores condiciones para sus camaradas presos. Aunque el m¨¦todo elegido es deplorable, su diagn¨®stico de la vida en las c¨¢rceles peruanas es correcto. Per¨² ha hecho las estancias en prisi¨®n especialmente duras para los guerrilleros de Tupac Amaru y otros convictos por delitos pol¨ªticos. Pero tambi¨¦n los delincuentes comunes viven en unas condiciones escandalosas en Latinoam¨¦rica. Atravesar una c¨¢rcel peruana es como entrar en el tr¨ªptico del infierno de El Bosco. (...) Los guardianes no mantienen el orden; lo hacen las bandas de la c¨¢rcel. El abuso de drogas es creciente. En algunas prisiones ni siquiera alimentan a los presos. En otras, los alimentos son escasos y apenas comestibles. Hay presos que consiguen comida prostituy¨¦ndose o trabajando como esclavos para otros presos. Muchas c¨¢rceles carecen de asistencia m¨¦dica. En Per¨², Brasil y Venezuela, los funcionarios ponen fin a los disturbios con matanzas de presos. Aunque los gobiernos aseguren que no pueden lograr m¨¢s dinero para las prisiones, el problema real es que no quieren hacerlo. (...) Las prisiones que albergan a criminales de guante blanco, militares o narcotraficantes son confortables.

Hay una en Colombia que se conoce como el Sheraton. (...) Los pasos que estos gobiernos. deben dar para humanizar las condiciones de las c¨¢rceles no son ning¨²n misterio. (...)

6 de enero