Los diarios de Aza?a

La ministra de Cultura se adorna de exorbitantes galas -"un Gobierno de reconciliaci¨®n como es ¨¦ste"- para describir lo que no es sino el cumplimiento de un deber: la entrega de los reci¨¦n aparecidos diarios manuscritos de Aza?a a los Archivos Oficiales del Estado a la espera de su autentificaci¨®n y al dictamen jur¨ªdico sobre su titularidad, p¨²blica o privada, en todo caso ajena a la familia de sus depredadores.De aqu¨ª el nuevo desacierto de do?a Esperanza Aguirre cuando habla de evitar "bander¨ªas de cualquier tipo", del "bando republicano" y del "digamos, franquista".

As¨ª, todos por igual, cuando, en un caso como ¨¦ste -abstracci¨®n hecha de la rebeld¨ªa contra la legalidad-, hay tres delitos y uno de ellos continuado: receptaci¨®n de bienes hurtados, falsificaci¨®n de documento privado ajeno y apropiaci¨®n indebida, retenidos los papeles durante 38 a?os en las habitaciones privadas de. quien, por la gracia de Dios, resid¨ªa en los edificios del Patrimonio Nacional.

NO se trata, como pretende la ministra, de "esp¨ªritu guerracivilista de la ¨¦poca", se trata de la depredaci¨®n por a?os y a?os, tras la victoria, de cosas y de personas. Y con esto no me refiero tan s¨®lo a la privaci¨®n de vidas f¨ªsicas, sino, precisamente en relaci¨®n a Aza?a ,a la de su misma existencia legal: una orden ministerial de los a?os cuarenta dispuso, y as¨ª se cumpliment¨®, la destrucci¨®n de la partida de nacimiento de don Manuel.Caray con las bander¨ªas...-