Aparecen 130 poemas in¨¦ditos de un Neruda adolescente
El poeta orden¨® los 'Cuadernos de Temuco' pero no los public¨®
Los legendarios Cuadernos de Temuco, los poemas que Pablo Neruda escribi¨® cuando era un adolescente quincea?ero, entre 1918 y 1920, y que ¨¦l mismo orden¨® despu¨¦s para publicar, han cumplido 76 a?os antes de que vieran la luz en una edici¨®n de Editorial Planeta, que en marzo publicar¨¢ Seix Barral en Espa?a. La edici¨®n contiene 170 poemas, de los que 130 son in¨¦ditos.
El libro, lanzado el jueves bajo el parr¨®n generoso de La Chascona, la casa de Neruda en Santiago, que fue destrozada por los militares golpistas en 1973 y ahora restaurada y convertida en museo por la fundaci¨®n que recuerda al Premio Nobel, permite interpretar las claves de quien a los 19 a?os escribiera los Veinte poemas de amor y una canci¨®n desesperada, uno de los libros de poes¨ªa con mayor n¨²mero de ediciones.La publicaci¨®n de los cuadernos repar¨® en una injusticia contra la cual el poeta, quien ten¨ªa la premonici¨®n de que despu¨¦s de morir "van a publicar hasta mis calcetines", probablemente se habr¨ªa rebelado. Neruda, que hab¨ªa transcrito, ordenado, corregido y distribuido los poemas en orden cronol¨®gico como en un diario, en lugar de publicarlos se los dio a su hermana Laura.
Ella, en 1980, poco antes de morir, obsequi¨® los manuscritos a Rafael Aguayo, un sobrino pol¨ªtico (hijo de un hermano de su marido). Este los vendi¨® a un coleccionista que los hizo subastar en Sotheby's (Londres), donde se les perdi¨® la pista. Aguayo no entreg¨® fotocopias y la viuda del poeta, Matilde Urrutia, se neg¨® a comprar una al sostener que le pertenec¨ªan.
Los manuscritos, tres cuadernos, se daban por perdidos hasta que dos a?os atr¨¢s, durante la remodelaci¨®n de la casa de un familiar de Neruda, en la ciudad de Temuco, apareci¨® una fotocopia cuya autenticidad fue confirmada.
La edici¨®n, prologada y preparada por el chileno V¨ªctor Far¨ªas, acad¨¦mico de la Universidad Libre de Berl¨ªn y autor de Heidegger y el nazismo, contiene 170 poemas que Neruda escribi¨® entre los 14 y los 16 a?os, 130 de los cuales son in¨¦ditos. En forma escrupulosa, respeta la estructura y orden que Neruda les asign¨® e, incluso, hasta los errores ortogr¨¢ficos que cometi¨® el adolescente. El propio poeta recogi¨® despu¨¦s cinco poemas de los cuadernos en Crepusculario.
p arte la colecci¨®n con el poema Mansedumbre, y la cierra D¨ªa mi¨¦rcoles, escrito poco antes de que Neftal¨ª Reyes eligiera el seud¨®nimo de Pablo Neruda, con el que se har¨ªa conocido y morir¨ªa en 1973.
Sostiene en el pr¨®logo V¨ªctor Far¨ªas que la paradoja de estas p¨¢ginas iniciales de Neruda es que "no alcanza la altura de las posteriores s¨®lo porque son su condici¨®n necesaria". Agrega, que "ciertamente impresiona verlo respetar las reglas m¨¦tricas fundamentales, jugar certeramente con la rima, encontrar t¨ªtulos notables para poemas que no lo son tanto".
"Soy una esponja"
Los versos son frescos, candorosos, algunos er¨®ticos y muchos est¨¢n atravesados por chispazos de talento l¨ªrico. En el joven est¨¢ madurando la conciencia personal. Afirma: "Soy una esponja, aunque nadie me ha estrujado / y soy un vino, nadie me ha bebido".
Pero despu¨¦s contar¨¢: "Como un surco en descanso sent¨ª tu cuerpo abrirse / por recibir la ofrenda m¨¢xima de mi ser". Proclama: "Yo que no he sido brasa para el brasero santo, / habr¨¦ de ser un mundo de carne silenciosa". Dice ser: "Un muchacho que apenas tiene quince a?os / que hace versos punzado por la amargura / que sabore¨® las sales del desenga?o / cuando muchos conocen risa y ternura". Aunque muchos poemas est¨¢n escritos en primera persona, no aparece el contexto de esos d¨ªas en que el mundo se destrozaba en la I Guerra Mundial ni tampoco del Chile de los a?os 20 en medio de profundas diferencias sociales.
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