1.401 horas de viaje con Cristina Lliso

De Esclarecidos se puede esperar cualquier cosa y casi siempre buena. Su larga carrera, anudada disco a disco por el amor y af¨¢n de perfecci¨®n, ha culminado moment¨¢neamente en 1996 con la edici¨®n de su atrevido ¨²ltimo trabajo, La fuerza de los d¨¦biles, un disco que devuelve el ¨¢nimo a la escena musical. La noche del jueves fue un buen momento para que Cristina Lliso y sus compa?eros celebrasen un improvisado cumplea?os: acababan de cumplir 1.401 horas desde su primer concierto en Rock-Ola, algo de

merecida celebraci¨®n cuando aqu¨ª una carrera casi no existe.

La banda, ayudada por viajeros que han entrado y salido desde su nacimiento en el 82, ha recorrido durante tantos a?os cualquier estilo careciendo de prejuicios, algo que siempre se ha percibido en su m¨²sica y les ha mantenido en forma; cuando les apeteci¨®, rondaron la salsa urbana y los ritmos m¨¢s c¨¢lidos o los m¨¢s fr¨ªos, el jazz, el pop, el rock, y ahora, con v¨¦rtigo -tal y como declaraba Cristina Lliso hace unos d¨ªas-, pero sin temor, adaptan el presente que nos rodea a su m¨²sica y rebuscan en efectos, ruidos, cajas de ritmo, dando como resultado un ¨²ltimo trabajo lleno de contenido. Es La fuerza de los d¨¦biles un disco contempor¨¢neo donde las letras tocan la vida de una manera especialmente comprometida pero siempre po¨¦tica.Cualquiera que esperase la reproducci¨®n fiel del contenido de La fuerza de los d¨¦biles sobre el escenario no fue recompensado con su imitaci¨®n; Esclarecidos quiso ofrecer el postre como entrada repasando, en una reescritura ¨¢spera, temas como A fl¨²or, No hay nada como t¨², Heaven y No quiero, canciones de otros tiempos que fueron hiladas con lo nuevo de su repertorio. Cristina Lliso, peque?a y con sus inseparables guantes negros, tiene una voz que se siente mejor en intimidad, quiz¨¢ por eso el directo es un oc¨¦ano donde navega lejana montada en un barco de grandes m¨²sicos que aprovechan bien los vientos.

Viajeros de 1982

La numerosa banda, llena de guitarras duras y refinadas, funcion¨® como una pared constante de sonido que lleg¨® a la sala de manera ambigua; mucha fuerza que ven¨ªa de lejos. Para la despedida de su primer concierto de presentaci¨®n en Madrid, Esclarecidos no quiso marchar sin dejar el buen sabor de temas como Tuc¨¢n y Arponera, esta ¨²ltima k m¨¢s dulce de una velada que casi no se dio un respiro de silencios