Recortes educativos, hipoteca de futuro
Jacques Delors dec¨ªa en el Informe a la Unesco de la Comisi¨®n Internacional sobre la Educaci¨®n para el siglo XXI, que en este "final de siglo, caracterizado por el ruido y la furia, tanto como por los progresos econ¨®micos y cient¨ªficos -por lo dem¨¢s repartidos desigualmente-, en los albores de un nuevo siglo, ante cuya perspectiva la angustia se enfrenta con la esperanza, es imperativo que todos los que est¨¦n investidos de alguna responsabilidad presten atenci¨®n a los objetivos y a los medios de la educaci¨®n".La educaci¨®n ha recobrado una importancia renovada en los pa¨ªses industriales. Existe un amplio consenso sobre la importancia creciente, estrat¨¦gica, de la formaci¨®n en nuestras sociedades en este final de siglo. La educaci¨®n, la formaci¨®n, es nuestra industria del siglo Y-XI.
Sin embargo, el caso espa?ol no parece caminar en esa direcci¨®n. El debate de los presupuestos de educaci¨®n para 1997 ha demostrado que la educaci¨®n no es una prioridad para el Gobierno de Aznar. Por vez primera, desde los a?os de la transici¨®n, el presupuesto destinado a la educaci¨®n p¨²blica se ha reducido respecto al anterior, interrumpi¨¦ndose as¨ª una tendencia hist¨®rica de incremento progresivo -incluso en a?os de fuerte recesi¨®n econ¨®mica- de recursos p¨²blicos para educaci¨®n. Los resultados de este ingente esfuerzo en educaci¨®n los ¨²ltimos 20 a?os quedan reflejados en el ¨²ltimo informe de la OCDE y en otros informes: el porcentaje del PIB gastado en educaci¨®n en Espa?a nos sit¨²a en posiciones mucho m¨¢s pr¨®ximas a las de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados de la UE. Igualmente, el gasto p¨²blico por alumno ha aumentado considerablemente. Logro notable porque hasta hace muy poco Espa?a estaba en uno de los ¨²ltimos lugares.
Lamentablemente, la educaci¨®n no es una prioridad para el PP. Cuatro decisiones -las ¨²nicas que ha tomado el actual Gobierno en educaci¨®n- avalan mi afirmaci¨®n: la primera fue el recorte de 8.100 millones en la educaci¨®n p¨²blica en mayo pasado (de ellos, 4.500 millones en inversiones); la segunda fue la circular y las instrucciones de julio pasado dictadas por el MEC, que han erosionado la calidad del sistema; la tercera ha sido el incumplimiento de los acuerdos sobre mejora de la calidad de la ense?anza y de las condiciones de trabajo del cuerpo de maestros, firmado entre el MEC y varios sindicatos en febrero de 1996, y la cuarta ha sido el presupuesto para 1997.Un presupuesto que prev¨¦ para la educaci¨®n p¨²blica una reducci¨®n del 13% de los gastos de funcionamiento de los centros de infantil y primaria y del 22% en los centros de secundaria y formaci¨®n profesional; un recorte de 1.526 millones en comedores escolares; la congelaci¨®n de los programas de formaci¨®n de adultos; un retroceso en volumen de fondos reales asignados a becas y, finalmente, un recorte del 3 3% (9. 100 millones menos que en 1996) en construcci¨®n y adecuaci¨®n de centros de infantil, primaria y secundaria, que es tanto como decir que se paraliza el programa de inversiones necesario para culminar la red de centros prevista en la LOGSE en el territorio que gestiona el MEC. Este presupuesto hipoteca gravemente el futuro del sistema p¨²blico de educaci¨®n y har¨¢ muy dif¨ªcil el traspaso de competencias en condiciones homologables a 10 comunidades en enero de 1998.
Un grave error del PP que deber¨ªa rectificar escuchando las serias preocupaciones manifestadas por estudiantes, padres, sindicatos de profesores, claustros, parlamentos regionales e incluso consejeros de Educaci¨®n del PP.
El Parlamento ha de ser sensible a las recomendaciones de la comunidad educativa, representada en el Consejo Escolar del Estado. Y la educaci¨®n deber¨ªa ser objeto de un pacto por la educaci¨®n, un amplio acuerdo parlamentario que garantice el desarrollo de la LOGSE hasta el a?o 2002.
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