Fracaso auton¨®mico

GOBIERNO Y oposici¨®n han sido incapaces de hilvanar un pacto auton¨®mico que vertebre el Estado de las autonom¨ªas, casi diez meses despu¨¦s de que Aznar llegase a La Moncloa. Mariano Rajoy, ministro de Administraciones P¨²blicas, y el secretario de Relaciones Pol¨ªticas del PSOE, Txiki Benegas, lo ten¨ªan casi todo en contra, comenzando por la intensa crispaci¨®n pol¨ªtica del momento. Pero la escena del sof¨¢ que representaron ambos negociadores dejaba traslucir una desgana inquietante; los dos sab¨ªan que el acuerdo era dif¨ªcil y posiblemente decidieron desgastarse en mejor ocasi¨®n.Sin embargo, ¨¦ste es el momento m¨¢s oportuno para el pacto. Si se retrasa demasiado, existe un riesgo muy elevado de que las comunidades aut¨®nomas caminen por una senda confusa de reivindicaciones y pactos bilaterales, poco favorable para los acuerdos globales o de Estado; o bien de que se entre en un ciclo pol¨ªtico nuevo. En este juego de reticencias, la encuesta del CIS, que hoy publica EL PA?S, sobre Conciencia nacional y regional constituye un duro alegato sobre la capacidad de los pol¨ªticos para transmitir a la sociedad la profundidad de los problemas de solidaridad interregional.

La encuesta revela que un gran n¨²mero de ciudadanos -el 62%- no ha o¨ªdo hablar del nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica del PP; y de los que est¨¢n informados, casi el 38% considera que es m¨¢s injusto que el anterior. El PP parece tener adem¨¢s un serio problema de comunicaci¨®n con sus propios votantes. Que una significativa mayor¨ªa de ciudadanos "que recuerdan haber votado" al Partido Popular est¨¦ en contra de conceder capacidad normativa a las comunidades aut¨®nomas sobre el IRPF cedido y opinen que Catalu?a es la gran beneficiada del nuevo modelo no constituye precisamente un ¨¦xito de explicaci¨®n y con vencimiento por parte de Aznar.

El pacto auton¨®mico ser¨ªa hoy un instrumento urgente para la contenci¨®n del gasto p¨²blico en las comunidades aut¨®nomas, lo que a su vez es un ejercicio imprescindible para cumplir los objetivos del Tratado de Maastricht. T¨¦ngase en cuenta que la ausencia de informaci¨®n econ¨®mica sobre las comunidades aut¨®nomas, que ha perjudicado incluso la elaboraci¨®n de las estad¨ªsticas durante los ¨²ltimos a?s, est¨¢ en la base de la desconfianza de muchos agentes econ¨®micos sobre la convergencia y tambi¨¦n del escepticismo pol¨ªtico que tiende a negar a los gobiernos aut¨®nomos la corresponsabilidad fiscal.

Las razones que ha esgrimido el PSOE para justificar el desacuerdo con el Gobierno no parecen muy firmes; en todo caso, resultan meramente coyunturales. Es verdad que la oferta de pacto del Gobierno exclu¨ªa cuidadosamente el sistema de financiaci¨®n auton¨®mica; esta excepci¨®n parece injustificada y las autonom¨ªas en la que mandan los socialistas no han dudado en condicionar el acuerdo sobre control de la deuda a otro previo sobre la financiaci¨®n. La l¨®gica de tal relaci¨®n es inapelable. Pero los socialistas deben recordar que en enero de 1992, cuando estaban en el Gobierno, ellos mismos propusieron y el PP acept¨® un pacto auton¨®mico que no inclu¨ªa el sistema de financiaci¨®n, encaminado a coordinar el desarrollo estatutario. Este objetivo era similar al planteado en esta ocasi¨®n, en cuanto que Rajoy pretend¨ªa pactar un nuevo marco para las llamadas autonom¨ªas de v¨ªa lenta, con propuestas tan relevantes como la de limitar el n¨²mero de cargos ejecutivos en los gobiernos aut¨®nomos.

El fracaso de las conversaciones PP-PSOE relativiza las declaraciones de Felipe Gonz¨¢lez en las que acepta la cesi¨®n del 30% del IRPF. Gonz¨¢lez acierta al minimizar la importancia del porcentaje cedido -el 15% o el 30% resultan cifras aleatorias, que no est¨¢n en relaci¨®n con necesidades reales de las autonom¨ªas- y centra el obst¨¢culo principal en la eliminaci¨®n de los topes y la capacidad normativa sobre la parte cedida del impuesto, porque en realidad ¨¦sos son los factores que pueden desequilibrar la proyecci¨®n de ingresos entre los distintos territorios.

La pretensi¨®n de mantener un proceso igualitario en los ingresos de los distintos territorios debe tener un cierto equilibrio con la corresponsabilidad fiscal, que sigue siendo un factor decisivo para que cada gobierno aut¨®nomo se responsabilice de la gesti¨®n.