Juegos prohibidos

El arma apenas cab¨ªa en la mano de P., de 13 a?os. Se trataba de una r¨¦plica Crossman del inmenso rev¨®lver 357 Magnum, calibre 38. Un juguete prohibido y perseguido, con el que P. y un compa?ero se divirtieron durante semanas por los descampados de Coslada hasta que el lunes un tiro le cercen¨® el ojo derecho. Ocurri¨® al caer la noche. Los dos chavales hab¨ªan estado dispar¨¢ndose a placer. El arma, de aire comprimido, dispon¨ªa de 10 balines de plomo. Para evitar herirse, los muchachos se proteg¨ªan con un plum¨ªfero. Cuando el juego lleg¨® al final, el compa?ero de P. le apunt¨® al ojo. Sin saber que el rev¨®lver a¨²n guardaba un bal¨ªn en el tambor apret¨® el gatillo. El plomo atraves¨® el ojo de P. Su compa?ero, asustado, corri¨® a llamar a una ambulancia. Tras pasar por dos hospitales, el herido ingres¨® en la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz, donde se le someti¨® a una intervenci¨®n quir¨²rgica de cinco horas. Los m¨¦dicos, pese al esfuerzo, no pudieron salvarle la visi¨®n. "Est¨¢ muy afectado. Ha sido terrible. No s¨¦ c¨®mo permiten la venta de estas armas", se quejaba ayer la madre.