N¨²?ez, Cort¨¦s y Espert, en una gran 'Yerma'
Una gran Yerma, una de las mejores que recordamos. N¨²?ez ha creado una m¨²sica espl¨¦ndida, que transita la obra de arriba abajo , la envuelve, le da un soporte de ensue?o sobre el que la eterna historia de la mujer lorquiana no f¨¦rtil discurre serenamente, sin exacerbar los t¨¦rminos dram¨¢ticos, que emanan por s¨ª mismos de una acci¨®n que cuenta con todos los elementos consustanciales a la ceremonia tr¨¢gica y el fatalismo que esta conlleva.La m¨²sica de N¨²?ez viene a ser una columna vertebral, eje maestro que va a regir todo lo que en el escenario vemos. Los estilos flamencos se suceden en secuencias engarzadas con naturalidad y coherencia, sin asomo de transiciones perturbadoras. Es as¨ª, y no puede ser de otra manera, de tan sencillo como es. Esta m¨²sica est¨¢ hecha para ser bailada, y no al rev¨¦s como tanto se hace ahora: no se ha creado la m¨²sica a medida del baile.
Yerma
De Garc¨ªa Lorca. Direcci¨®n coreogr¨¢fica y art¨ªstica y baile: Carmen Cort¨¦s. Direcci¨®n esc¨¦nica: Nuria Espert. Composici¨®n, direcci¨®n musical y toque de guitarra: Gerardo N¨²?ez.Baile: Alejandro Granados y Marco Berriel. Cante: Toni Maya, El Londro, Mar¨ªa Carmona y Carmina. Guitarras: Mario Cort¨¦s y Salva. Percusi¨®n: Jos¨¦ Antonio Galicia. Alcorc¨®n (Madrid), Teatro Buero Vallejo, 25 de enero.
Gerardo N¨²?ez demuestra una vez m¨¢s su enorme talento, su genialidad de m¨²sico en posesi¨®n de todos los recursos deseables. Y su interpretaci¨®n, secundado por unos compa?eros impecables, fue magistral, cuidada con mimo, desde el cante, extraordinario, hasta las m¨¢s tenues palmas.
Actuar y bailar
Sobre este universo sonoro, a Carmen Cort¨¦s s¨®lo le quedaba bailar como ella sabe, y lo hizo. Profundamente entra?ada con Yerma, el personaje y la bailaora son un mismo ser que desnuda en el escenario su pasi¨®n de madre no realizada, su desesperaci¨®n por el hijo que no llegar¨¢ a tener, mientras las miradas sesgadas de un pueblo cruel la torturan tanto o m¨¢s.Carmen Cort¨¦s no s¨®lo es una de las grandes bailaoras de nuestro tiempo, sino que su belleza afilada y dura, no carente de sensualidad, la hacen id¨®nea para el personaje. Tiene la m¨¢scara, tiene el carisma. Vivi¨® y bail¨® e personaje completamente ensimismada en ¨¦l, ajena a todo lo dem¨¢s, e incluso cuando tuvo que hablar dio la medida estremecedora del grito, aunque lamentablemente algunos parlamentos no fueran del todo inteligibles.
La puesta en escena, de una grande y sencilla austeridad, donde s¨®lo las luces crean los vol¨²menes, es de enorme belleza. La distribuci¨®n de los espacios, el cuidado en eludir los juegos sim¨¦tricos, la huida de cualquier exceso est¨¦tico, resultaron admirables. Ah¨ª Nuria Espert ha hecho un gran trabajo. Como todos los dem¨¢s, desde Granados y Berriel hasta la ¨²ltima componente del grupo coral.
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