Ruiz-Gallard¨®n rechaza una petici¨®n del casino para introducir el p¨®quer

Madrid es un coto vedado al p¨®quer. El Gobierno regional ha rechazado la solicitud del Casino de Torrelodones, el ¨²nico de la Comunidad, para introducir dos modalidades de p¨®quer entre su abanico de juegos. El consejero de Hacienda, Antonio Beteta, que ha comunicado verbalmente esta negativa a los gestores del casino, defiende a capa y espada la promesa electoral de su partido. "No habr¨¢ nuevas modalidades de juego en Madrid mientras nosotros gobernemos", coment¨®.

El argumento del Ejecutivo popular es simple: "No queremos fomentar la adicci¨®n al juego entre los madrile?os, y cuantas m¨¢s modalidades de juego existan, m¨¢s posibilidades hay de que los ciudadanos se enganchen a esta oferta". La cruzada del Gobierno de Alberto Ruiz-Gallard¨®n contra las ludopat¨ªas se inici¨® hace un a?o, cuando el consejero de Hacienda prohibi¨® a las salas de bingo anunciar por televisi¨®n "el bingo simult¨¢neo", que ofrec¨ªa a los jugadores la posibilidad de conseguir premios multimillonarios en una sola jugada. Tambi¨¦n censur¨® algunos de los mensajes publicitarios que los empresarios del sector hab¨ªan preparado para su difusi¨®n en radio y prensa. As¨ª pretend¨ªa el Ejecutivo aut¨®nomo evitar que el bingazo acabara atrapando a los madrile?os.Continu¨® la ofensiva de Ruiz-Gallard¨®n con una subida del 22% en los impuestos del juego. Tragaperras, bingos y el casino sufren desde el 1 de enero la presi¨®n fiscal aprobada por el PP.

El consejero de Hacienda prev¨¦ incrementar en 1.500 millones su recaudaci¨®n anual por este impuesto (de 6.025 millones cobrados en 1996 pretende pasar a 7.525 millones este a?o). Los propietarios de las m¨¢quinas tragaperras pagar¨¢n un 30% m¨¢s (de 42.000 pesetas al ano por cada m¨¢quina a 54.600). El recargo sobre la venta de cartones de bingo tambi¨¦n subir¨¢ del 7,5% al 8,5%. El Casino de Torrelodones, que ya paga 300 millones, deber¨¢ abonar este a?o un 15% m¨¢s, 45 millones de pesetas menos en su cuenta de resultados. Y no podr¨¢ incorporar el p¨®quer para incrementar los ingresos.

Contra el juego clandestino

?ngel Mar¨ªa Escolano, director general del casino, se queja: "Pretend¨ªamos ofrecer a nuestros clientes juegos nuevos. Es un atractivo m¨¢s, porque llevamos 15 a?os con los mismos juegos y el p¨²blico se acaba cansando. En conversaciones con la Comunidad de Madrid les hemos solicitado autorizaci¨®n para el p¨®quer de c¨ªrculo y el p¨®quer de contrapartida, con mucha aceptaci¨®n en otros casinos espa?oles. Pero no han aceptado. Seguiremos insistiendo". Escolano ofrece argumentos para convencer a los pol¨ªticos: "Pod¨ªa ser una forma de competir y de combatir el juego clandestino. Hay sitios privados de Madrid donde se juega al p¨®quer. Lo saben las autoridades, aunque tienen muchos problemas para actuar, pues el juego est¨¢ despenalizado".El p¨®quer no figura en el cat¨¢logo nacional de juegos permitidos en los casinos. Pero, desde 1994, las competencias sobre ordenaci¨®n del juego pasaron a las comunidades aut¨®nomas y son los Gobiernos regionales los que deciden sobre las nuevas modalidades. Algunas autonom¨ªas incluyeron el p¨®quer en sus nuevos cat¨¢logos. En Valencia y Murcia, gobernadas por el PP, y en Andaluc¨ªa (PSOE) las partidas de p¨®quer en los casinos son legales.

Beteta prepara el nuevo cat¨¢logo de juegos. "No habr¨¢ nuevos juegos. S¨®lo se incluir¨¢n los que ya existen", dice un portavoz de Hacienda.

En Madrid, pese a la insistencia de los due?os del establecimiento de Torrelodones, los dirigentes regionales, antes socialistas y ahora populares, se resisten. El Gobierno de Leguina tampoco se mostr¨® receptivo a la petici¨®n del casino.

La negativa del Gobierno popular no desmoraliza al director general del casino: "Intentaremos hacer entrar en raz¨®n a las autoridades, porque el p¨®quer es un juego que est¨¢ funcionando con normalidad en otras regiones. Y no tiene mucho que ver con la proliferaci¨®n del juego, que, con buen criterio, preocupa al Gobierno de la Comunidad de Madrid. Hay que satisfacer la demanda de nuestros clientes, pero de manera controlada y sin estimularla".

La ¨²ltima comunidad aut¨®noma en introducir esta modalidad en sus casinos ha sido la andaluza. El Gobierno del socialista Manuel Chaves tom¨® esta decisi¨®n el 2 de agosto pasado. Los responsables del Casino de Torrelodones, que quieren que Ruiz-Gallard¨®n siga el camino de Chaves, piensan que el p¨®quer puede ser un reclamo perfecto para contrarrestar el descenso de p¨²blico que este local ha experimentado desde 1990. Escolano reconoce que la p¨¦rdida de clientes se detuvo en 1996, y conf¨ªa en "la bonanza econ¨®mica" que se anuncia para que aumente el n¨²mero de visitantes.

El Casino de Torrelodones emplea a 300 personas, seg¨²n datos de 1995, factura en torno a 6.000 millones de pesetas y gana unos 700 millones al a?o. Los clientes pueden apostar en el black-jack, la ruleta y el punto y banca. Pero no pueden jugar al p¨®quer. Ni podr¨¢n mientras gobierne Alberto Ruiz-Gallard¨®n en Madrid.