Reconstruir a un campe¨®n
Los m¨¦dicos se afanan para que el pertiguista Arcos entrene en dos meses
El domingo 19 de enero, el d¨ªa en que celebraba su 24? cumplea?os, el campe¨®n de Espa?a de p¨¦rtiga se convert¨ªa en "antorcha humana", en definici¨®n de sus familiares. Hoy, a¨²n postrado en su cama de la unidad de cuidados intensivos (UCI), es "un enfermo agradecido y ejemplar", dicen los m¨¦dicos que le atienden en el hospital Universitario de su ciudad, Getafe (143.000 habitantes). Jos¨¦ Manuel Arcos Gil, acostumbrado a lidiar con las adversidades, afronta con ¨¢nimo asombroso su prueba m¨¢s trascendental: recuperarse de un absurdo accidente dom¨¦stico que le provoc¨® quemaduras en m¨¢s del 30% de su cuerpo. El equipo m¨¦dico que le atiende se ha propuesto no s¨®lo borrar 1 su cuerpo las secuelas, sino devolverle a la alta competici¨®n en cosa de dos o tres meses.Fue un descuido desgraciado con una fondue. El ilustre cumplea?ero quiso rellenar de alcohol el quemador, no tuvo la elemental precauci¨®n de apagarlo previamente y la botella con el combustible se le incendi¨® y explot¨® a escasos cent¨ªmetros del cuerpo. El episodio pudo acabar en tragedia, pero la r¨¢pida intervenci¨®n de su padre, Manuel Arcos Aguilar, evit¨® que las heridas del atleta se hicieran profundas e irreversibles. El propio padre, a su vez, acab¨® con su pierna derecha achicharrada.
Dentro de la desdicha, a Arcos Gil siempre le quedar¨¢ un consuelo: la unidad de quemados del hospital de Getafe est¨¢ reconocida como la mejor de Espa?a. Y su jefe de servicio de cirug¨ªa pl¨¢stica y reparadora, Angel Rico, encabeza la misi¨®n de recuperar al plusmarquista nacional (5,76 metros) para los estadios. El pasado fin de semana se le someti¨® a una primera intervenci¨®n quir¨²rgica, en abdomen, muslos y palmas de las manos, para suprimir las capas carbonizadas de piel. "Consiste en ir eliminando con una cuchillita las partes afectadas hasta llegar a la piel sana, como cuando se pela una naranja".
Para completar la reconstrucci¨®n corporal, a Arcos se le ha aplicado piel sint¨¦tica que, cuando el tejido cut¨¢neo se haya regenerado, habr¨¢ que quitar. Pero lo m¨¢s doloroso, con diferencia, son las sesiones de rehabilitaci¨®n a las que los fisioterapeutas someten a su paciente desde tres d¨ªas despu¨¦s del suceso. El pertiguista debe realizar todo tipo de estiramientos con sus maltrechos brazos y piernas para no echar a perder su ambicioso programa de entrenamiento. "Si no le forz¨¢ramos un poco, se quedar¨ªa sin tono ni masa muscular", corrobora ?ngel Rico.
Pese a la contrariedad, Jos¨¦ Manuel Arcos saldr¨¢ adelante. Quienes le han visitado le encuentran "animado, con muchas ganas". Le esperan varias semanas de cicatrices tirantes y piel al rojo vivo, pero lo peor ya pas¨®. En octubre, en una entrevista para Madrid, el pertiguista se defin¨ªa como una persona "inquieta y con la cabeza casi siempre escalabrada". El tiempo ha demostrado que no exageraba.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.