El sue?o de Tirana
EL SUE?O de la raz¨®n crea monstruos, y el del capitalismo instant¨¢neo e indoloro, crueles desenga?os. Albania, el Estado marginal en todas las transiciones europeas, el que asisti¨®, m¨¢s que particip¨®, a la erupci¨®n de la primavera de los pueblos en 1989, se encuentra hoy, quiz¨¢, en su peor situaci¨®n contempor¨¢nea. La ciudadan¨ªa ha salido a la calle para expresar su protesta porque un juego de la pir¨¢mide, manipulado desaprensivamente por entidades financieras, ha barrido los ahorros de miles de albaneses. Esas entidades ofrec¨ªan intereses de hasta un 30% mensual a los incautos que pensaban que todo el monte es or¨¦gano. Los primeros en acudir a la pi?ata recogieron sus beneficios, pero a medida que el n¨²mero de apostadores se multiplicaba, la base para el reparto se hac¨ªa insuficiente, hasta que la bancarrota de los malabaristas del dinero ajeno ha hecho imposible la devoluci¨®n de pr¨¦stamos.El presidente Sali Berisha, l¨ªder del Partido Democr¨¢tico y vencedor en las fraudulentas elecciones de junio pasado, ha prometido reembolsar, aunque s¨®lo una peque?a parte inmediatamente y el rest¨® en reconocimientos de deuda, pero los timados no se flan porqu¨¦ lo que se les debe asciende a unos 400 millones de d¨®lares -un tercio del PIB alban¨¦s- que para Tirana es como decir el tesoro de Fort Knox. Ante la algarada callejera, con asalto a edificios p¨²blicos, el poder ha reaccionado llamando al Ej¨¦rcito, cuando lo que deber¨ªa haber hecho es impedir tan tosco fraude.
Los sucesos de Albania, que siguen a fabricaciones similares en Rusia, Rumania, Bulgaria y Serbia, muestran ¨¦l abismo que hay entre las diversas Europas; que pasar de un comunismo analfabeto a la democracia, en un santiam¨¦n, no es algo que brote sin m¨¢s de una sociedad que no ha sido educada para ello. La Uni¨®n Europea, tan preocupada por la antigua Yugoslavia, a vueltas con la expansi¨®n de la OTAN e inquieta por el proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo, no ha tenido tiempo de pensar en este rinc¨®n de los Balcanes.
La paz social en Albania ha de importar a Europa, adem¨¢s de por pura decencia, porque el pa¨ªs linda con Kosovo, provincia de la nueva Yugoslavia y el gran polvor¨ªn del continente. Una solicitud que ha de ser compatible con la que se despliega sobre la evoluci¨®n polaca o checa, por ejemplo, pero tan necesaria, aunque s¨®lo sea porque la construcci¨®n continental s¨®lo tendr¨¢ su pleno sentido cuando todo el sistema europeo sea de verdad representativo. ?sa es la ¨²nica respuesta al espejismo de un capitalismo m¨¢gico, como el Macondo de Garc¨ªa M¨¢rquez, que acarrea la ruina.
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