Decidi¨® Turner
El base del Joventut se bast¨® ¨¦l solo en la pr¨®rroga ante el Caja San Fernando
, Dos minutos bastan para explicar ciertos partidos de baloncesto. No todos, por cierto. Pero dos minutos bastaron para que Caja San Fernando y Joventut quedaran desnudos ante ellos mismos. Puestos a dilucidar qui¨¦n ten¨ªa algo m¨¢s de peso para seguir vivo en la Copa, situado el debate en su punto m¨¢s caliente, qued¨® patente que no hab¨ªa demasiados personajes sobre el parqu¨¦. Y puestos a ser m¨¢s precisos, fue evidente que cuantos jugadores espa?oles estaban sobre la cancha en esos momentos ejerc¨ªan un papel secundario. En otras actividades se les llamar¨ªa subalternos. Para mayor abundamiento, el choque qued¨® listo para una pr¨®rroga.Y esa pr¨®rroga fue, desde el primer minuto al ¨²ltimo, de un base menudo llamado Turner. Un base curioso, que rompe el estereotipo: no se r¨ªe, no se pasa la vida corriendo, no parece disfrutar de esto. Turner gan¨® el partido. Fue mejor que Anderson. Tuvo m¨¢s peso que Garrick, que Frank y que Toolson. Es un hombre serio y sobrio, que corre cuando tiene que correr. No vive del ritmo; marca el ritmo.
Caja San Fernando y Festina Joventut tardaron una eternidad en entrar en calor. Les un¨ªa saber que iban por el camino f¨¢cil de esta Copa, es decir, el desfiladero donde no est¨¢n emboscados ni el Real Madrid ni el Barcelona. A pesar de ello, de que se les presentaba un panorama menos siniestro que a otros, se lo tomaron con cierta timidez. Al Joventut le pesa su pasado glorioso. No puede disimular: el equipo joven y de alta escuela de otros tiempos es ahora un peque?o burgu¨¦s que vive realquilado.
Al Caja San Fernando le pudo su inexperiencia en estas lides y una evidente descoordinaci¨®n en su estructura: es m¨¢s ambicioso el propio entrenador que cualquiera de sus jugadores.
La suma de ambos factores produjo un choque demasiado fr¨ªo para este torneo el¨¦ctrico, donde la derrota conlleva un billete de vuelta. El Joventut tom¨® una tibia ventaja sin m¨¢s y ambos estuvieron tante¨¢ndose demasiado tiempo. La prueba fue que el partido transcurri¨® muy as¨¦ptico toda la primera mitad, en la que apenas se contabilizaron 14 personales y ocho tiros libres (38-44 para el Joventut en el descanso).
La tregua dur¨® demasiado, pero no pod¨ªa durar eternamente. El Caja San Fernando hab¨ªa aprovechado unos triples de Doblado para emparejarse a¨²n m¨¢s en el marcador y el Joventut pensaba que con algunas defensas de sal¨®n pod¨ªa vivir de las rentas. Pasaban los minutos y faltaba la sangre; la gente acud¨ªa al rebote por rutina, las personales brillaban por su ausencia, los tiradores aparec¨ªan de vez en cuando y tanto Turner como Anderson parec¨ªan haber quedado para m¨¢s tarde, lo que privaba al espect¨¢culo de un interesante duelo de bases. As¨ª, m¨¢s o menos hasta el minuto 38, cuando la cosa se puso seria.
Quedaban dos minutos y la situaci¨®n dictaba un empate de facto (76-77 para el Joventut). El Caja hab¨ªa apuntado que iba a hipotecar su juego con lo que pudieran hacer Garrick y Anderson en la l¨ªnea exterior. Ya se sabe, dos negros bajitos, dispuestos a no contar con nadie m¨¢s. Frente a ellos Turner, m¨¢s menudo todav¨ªa, pero inmutable.
Un somero recuento de las acciones registradas durante esos dos minutos, evidenciaba que Turner mov¨ªa al Festina Joventut, pero que los americanos del Caja San Fernando iban por su cuenta. Aplazado el combate a una pr¨®rroga, la balanza se desnivel¨® abruptamente. Por encima de todos estaba Turner tomando las decisiones correctas en los momentos precisos, sin desperdiciar una posesi¨®n. Toda la pr¨®rroga fue suya, cuando sus rivales entraron en barrena. Serio, reflexivo y fr¨ªo. No sonr¨ªe este hombre, ni falta que hace. De ¨¦l depende este Joventut en horas bajas.
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