El 'violador de Pir¨¢mides' dice al juez que su conducta se debe a un trauma infantil
, El violador de Pir¨¢mides, acusado de cometer 140 agresiones sexuales en los ¨²ltimos ocho a?os, ha reconocido ante el juzgado que su conducta obedece a un trauma infantil. Con rostro de pesar, Arlindo C. C., de 31 a?os, justific¨® su larga lista de agresiones en que estaba acomplejado por un problema que sufr¨ªa en uno de sus test¨ªculos, debido a una patada que recibi¨® en la entrepierna durante una pelea entre adolescentes. Tal era su trauma, dijo, que no permit¨ªa a nadie, ni siquiera a su esposa, que tocase su partes ¨ªntimas. Tras su extensa confesi¨®n ante la polic¨ªa, Arlindo qued¨® a disposici¨®n del Juzgado de Instrucci¨®n 30, que estaba de guardia el d¨ªa de su detenci¨®n. Apenas aport¨® al juez datos distintos a los que ya hab¨ªa facilitado a la polic¨ªa.
En octubre de 1995, cuando la polic¨ªa le buscaba, la prensa inform¨® de la existencia de un violador en serie que operaba en las bocas de metro del barrio de Arganzuela. Un programa de televisi¨®n confeccion¨® un retrato robot a partir de la descripci¨®n de una de las v¨ªctimas. Arlindo, que ve¨ªa el programa en ese momento, se reconoci¨® en el retrato y apag¨® el televisor para que su esposa no viese las im¨¢genes.
PASA A LA P?GINA 3
El acusado de agredir a 140 mujeres regal¨® a su esposa una joya presuntamente robada a una de sus v¨ªctimas
VIENE DE LA P?GINA 1La esposa de Arlindo C. C. ha confesado, por su lado, que nunca tuvo motivos para pensar que el hombre con el que compart¨ªa dormitorio, un hijo de seis a?os y otro en gestaci¨®n fuese el mayor violador en serie registrado en los archivos policiales. En un breve interrogatorio ante la polic¨ªa, coment¨®, destrozada, que en una ocasi¨®n su marido le regal¨® una joya cuya procedencia no le explic¨®. Arlindo sol¨ªa desvalijar a sus v¨ªctimas tras agredirlas sexualmente. Para tranquilizarlas, mientras las conduc¨ªa a punta de cuchillo hacia alg¨²n descampado luego de abordarlas en plena calle, les dec¨ªa que s¨®lo quer¨ªa sus pertenencias. El m¨®vil real, sin embargo, era la violaci¨®n, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas.
El proceso judicial contra Arlindo C. C. no ha hecho m¨¢s que comenzar. Y todo indica que ser¨¢ largo. Casi todos los juzgados de instrucci¨®n de la plaza de Castilla -46 en total- ten¨ªan en sus estanter¨ªas, como pendientes, alguna de las 140 causas por agresi¨®n sexual cuya autor¨ªa ha confesado. Los jueces no tienen claro a¨²n si van a aglutinar todas las causas en un ¨²nico sumario y juzgado -como establece la ley- o si cada cual tramitar¨¢ las suyas para luego unificarlas con vistas al juicio. Dada la envergadura del caso, algunos magistrados son partidarios de la ¨²ltima opci¨®n. Unificarlas ahora ser¨ªa perjudicial para la propia investigaci¨®n: se crear¨ªa un sumario de tama?o monstruoso que dificultar¨ªa y retrasar¨ªa su conclusi¨®n, opinan.
De todas formas, tampoco tienen claro a¨²n, si optasen por aglutinarlas todas ahora, cu¨¢l de ellos es el competente para instruir el caso, ya que lo primero que tienen que averiguar es si Arlindo cometi¨® las 140 agresiones sexuales que se le imputan. Para ello, van a efectuar ruedas de reconocimiento con cada una de las v¨ªctimas. Algunos jueces tienen violaciones pendientes que fueron cometidas con un modus operandi similar al empleado por Arlindo ("no grites, ¨¦chame la mano por la cintura para que parezcamos novios", sol¨ªa decir a sus v¨ªctimas cuchillo en mano). "El m¨¦todo", explica un juez, "es el mismo, pero falta verificar si tambi¨¦n lo es el violador: puede haber puras coincidencias". El juzgado que tenga la agresi¨®n m¨¢s antigua entre las verificadas es legalmente el competente.
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