Bons¨¢is

No, no quiere gobernar Felipe Gonz¨¢lez, pero avisa que, aun no queriendo gobernar, lo est¨¢ haciendo tan mal el PP que no ser¨ªa de extra?ar que se le cayeran los congojos y las alianzas, y unas elecciones anticipadas evidenciaran el estado de campa?a electoral continuada que caracteriza vivir en Espa?a. No, que no quiere verla, la sangre de Aznar sobre la arena; pero de derramarse, no habr¨¢ m¨¢s remedio que recuperar La Moncloa y poner en su sitio las plataformas digitales y las financiaciones auton¨®micas. Hay que podar a¨²n m¨¢s y cuanto antes el bons¨¢i del PSOE para que se adapte a la reconquista del centro, que es el que da las mayor¨ªas, y bons¨¢i ser¨¢ para siempre el ¨¢rbol de la ciencia (el PSOE) y el del ahorcado (el PP).Que estamos en un momento decisivo se adivina por la acentuaci¨®n de las musculaturas y las voces, mientras los tambores tocan a rebato y las campanas a cruzada telem¨¢tica. Tanto celo por la libertad de mercado (el PSOE) como por la socializaci¨®n de la telem¨¢tica (el PP) no s¨®lo traduce el cruce de cables de la posmodernidad, sino que ha llegado la hora de la tantas veces aplazada lucha final. El asunto tiene inmanencia y trascendencia. Inmanencia: que el PP contin¨²e instalado en la insoportable levedad del ser mientras el PSOE reajusta a las exigencias del mercado el bons¨¢i centrista, c¨¦ntrico y centrado. Trascendencia: quien o quienes controlen las plataformas digitales estar¨¢n en condiciones de saber si Dios existe, es decir, qui¨¦n gana la Liga, y con m¨¢s precisi¨®n que el mago Karag o el pitoniso Pito.

Respetando los negocios telem¨¢ticos, creo que las inversiones m¨¢s rentables del siglo XXI ser¨¢n en c¨¢rceles y polic¨ªas privadas para defender la telem¨¢tica y sitiada sociedad abierta y en convertir las obras completas de Popper en juegos de rol.