Se caen

El otro d¨ªa pas¨¦ por el barrio de Ventas y me encontr¨¦ con una situaci¨®n que me pareci¨® ins¨®lita. En un parque de pocos metros cuadrados hab¨ªa un buen n¨²mero de jardineros destinados por nuestro Ayuntamiento. Me qued¨¦ perplejo. ?Por qu¨¦ motivos se destina tanto personal a un parque de tan pocas hect¨¢reas?, ?por qu¨¦ el barrio de Ventas disfruta de este trato de favor? Los cont¨¦, eran 27 jardineros los que estaban all¨ª, todos ellos laboriosos en no s¨¦ qu¨¦, porque, sin duda, estos jardines pueden ser atendidos perfectamente por dos o tres personas.A la par, en la prensa escrita, muchos ciudadanos de Madrid vierten sus cr¨ªticas sobre el deterioro que est¨¢n sufriendo el parque del Buen Retiro y otros parques de la ciudad (opiniones que contrastan con lo antes mencionado). Todos sabemos que no se destinan los medios humanos y econ¨®micos necesarios para el mantenimiento de algo que es de todos, y sabemos que la culpa la tiene nuestro Ayuntamiento.

No solamente cabe aqu¨ª hablar del Retiro, sino de cualquier zona verde de nuestra ciudad. Donde yo vivo, muy cerca de Ventas, ocurre todo lo contrario que aqu¨ª. No se ve nunca a un jardinero, ?nunca! No hay jardines ni parques como tal es, pero s¨ª hay ¨¢rboles, muchos ¨¢rboles que necesitan el cuidado y la atenci¨®n que se merecen.

Quehaceres que no reciben dichos ¨¢rboles, en concreto los pinos, pues ¨¦stos se caen. El a?o pasado ya venci¨® uno, y todos los dem¨¢s est¨¢n tan inclinados que se van a hacer de un momento a otro.

Pero, para desdicha de todos, la pol¨ªtica m¨¢s f¨¢cil para el Ayuntamiento es cortarlos en pedacitos. Eso ya le pas¨® al ¨¢rbol que ten¨ªa enfrente de mi casa; lo cortaron con un hacha y otros artilugios, lo metieron en un cami¨®n..., y en su lugar no hay nada, absolutamente nada.-