Aclaraci¨®n

Acabo de leer la informaci¨®n de EL PA?S del 11 de febrero sobre las 15 cuentas corrientes de las que supuestamente soy titular y que la juez do?a Teresa Chac¨®n ha ordenado el env¨ªo de los movimientos de dichas cuentas. En relaci¨®n a ello le quiero manifestar lo siguiente:1. En mi declaraci¨®n en el Juzgado 39 el pasado 13 de enero, fui yo quien ofreci¨® entregar la informaci¨®n de mis cuentas bancarias. Posteriormente la juez solicit¨® las cuentas a mi nombre a la Agencia Tributar¨ªa.

2. La Agencia ha proporcionado las cuentas de los dos titulares de mi sociedad de gananciales. Pero, adem¨¢s, ha a?adido ocho cuentas de las que es titular mi esposa y su familia como consecuencia de la herencia de su padre fallecido en 1982 y puesta a disposici¨®n de su madre como usufructuaria. Son cuentas de las que no soy ni titular ni autorizado y, sobre todo, no entiendo que nadie tenga derecho a invadir la intimidad de sus honorables titulares.

3. El d¨ªa 10 de febrero se envi¨® escrito al Juzgado 39 indic¨¢ndole otra cuenta de la que soy titular y no hab¨ªa sido puesta en conocimiento del Juzgado por la Agencia Tributaria por haber sido abierta en 1992.

Tengo la convicci¨®n de ser v¨ªctima de una injusta campa?a difamatoria, pero tambi¨¦n de que, y ¨¦se es el motivo de esta carta, su peri¨®dico est¨¢ siendo utilizado sistem¨¢ticamente como plataforma para tal difamaci¨®n.

Estoy absolutamente seguro de que ¨¦sa no es su intenci¨®n pero por eso quiero advertirle de la colaboraci¨®n que puede estar prestando a intereses bastardos bajo la apariencia de la defensa del derecho a la informaci¨®n. Su efecto es un devastador escarnio personal y familiar sin posibilidad de ser compensado al final de un proceso en el que se est¨¢ buscando un muerto que justifique la acusaci¨®n previa de haberse cometido un delito.-