Alemania sube al tren biotecnol¨®gico
La gran potencia europea rectifica su estrategia para recuperar la iniciativa frente a EE UU
, Envidiosos del fenomenal ¨¦xito de la industria biotecnol¨®gica en Estados Unidos y para intentar recuperar el terreno perdido a causa de un aplazamiento autoimpuesto y potencialmente paralizador para la creaci¨®n de su propia industria biotecnol¨®gica, Alemania ha seleccionado tres regiones geogr¨¢ficas que espera desarrollen sus propias ciudades en expansi¨®n, similares a Boston, San Francisco y, en el Reino Unido, Cambridge. Un jurado independiente escogi¨®, entre 17 candidatos, unas zonas cerca de Heidelberg, M¨²nich y Colonia; cada una de las cuales recibir¨¢ unos 4.000 millones de pesetas de fondos especiales y pr¨¦stamos en los pr¨®ximos a?os para sembrar las semillas de una transformaci¨®n.La tarea ahora es ardua. Hace cinco a?os, Alemania ofrec¨ªa el clima m¨¢s inh¨®spito para la biotecnolog¨ªa en el mundo occidental. Los laboratorios biom¨¦dicos eran de vez en cuando blanco de bombas incendiarias. Las leyes alemanas para regular la ingenier¨ªa gen¨¦tica estaban entre las m¨¢s restrictivas del mundo y los mejores bi¨®logos contempor¨¢neos elud¨ªan a las empresas. No es sorprendente que la industria farmac¨¦utica trasladase casi todas sus unidades de producci¨®n a lugares m¨¢s amistosos.
Ahora, con el nuevo programa llamado BioRegio, el Gobierno alem¨¢n intenta transformar el pa¨ªs, casi de la noche a la ma?ana, en una potencia en biotecnolog¨ªa. "Quieren subirse a un tren que han perdido", afirma Axel Ullrich, un biotecn¨®logo alem¨¢n que contribuy¨® a fundar en los a?os setenta la compa?¨ªa estadounidense Genetech, pionera en el terreno de la biotecnolog¨ªa, y que luego regres¨® a M¨²nich para dedicarse a la investigaci¨®n.
Genoma humano
BioRegio integra un plan amplio lanzado por el ministro de Investigaciones J¨¹rgen R¨¹ttgers para fomentar la biotecnolog¨ªa. "Queremos ser el n¨²mero uno de Europa en este campo", ha dicho R¨¹ttgers, y ha desbloqueado fondos de su ministerio para. lograr este objetivo. Tras a?os de retrasos, Alemania puso al d¨ªa, en 1993, las leyes que regulan las tecnolog¨ªas gen¨¦ticas y ha lanzado su propio programa de investigaci¨®n del genoma humano.
"Realizamos un an¨¢lisis minucioso sobre la infraestructura de innovaci¨®n en Alemania", se?ala Peter Stadler, miembro del grupo de trabajo que ha puesto la base del programa y director de biotecnolog¨ªa del gigante farmac¨¦utico Bayer AG, en Wuppertal.
"Contamos con una base en investigaci¨®n fuerte y parte del personal cualificado mejor preparado del mundo, as¨ª como con una poderosa industria farmac¨¦utica y qu¨ªmica. Nuestro mercado local es uno de los mayores en todo el mundo. Pero de lo que carecemos absolutamente es de una industria biotecnol¨®gica centrada en capital de riesgo". El bloqu¨ªmico Hans-G¨¹nther Gassen, de la Universidad T¨¦cnica de Darmstadt, a?ade: "El desfase que separaba a Alemania del resto del mundo aumentaba, no se reduc¨ªa".
La consecuencia de esta negligencia es llamativa: en EE UU existen unas 1.500 compa?¨ªas de biotecnolog¨ªa, mientras que Alemania no tiene m¨¢s de treinta o cuarenta. A principios de los noventa, cuando la biotecnolog¨ªa estadounidense florec¨ªa, los l¨ªderes industriales alemanes comenzaron a darse cuenta de que invertir en biotecnolog¨ªa en el extranjero mientras desatend¨ªan su propio patio pod¨ªa resultar desastroso para la econom¨ªa. Esto, m¨¢s que cualquier otra cosa, condujo a pol¨ªticos y empresarios a una nueva y m¨¢s positiva actitud hacia la biotecnolog¨ªa. Gassen afirma que "miraron a EE UU y no s¨®lo vieron un negocio floreciente, sino duradero. Ahora comprueban que est¨¢ aqu¨ª para quedarse".
Para la competici¨®n de BioRegio, el Ministerio de Investigaciones buscaba ganadores, en vez de seguir su t¨¢ctica habitual de distribuir fondos aqu¨ª y all¨ª sin preocuparse mucho de la calidad. BioRegio se parece m¨¢s a unos "Juegos Ol¨ªmpicos", seg¨²n Gassen, y esto ha despertado a muchos funcionarios de los gobiernos locales.
La elecci¨®n de Heidelberg y de M¨²nich no fue ninguna sorpresa, seg¨²n el bi¨®logo molecular Hermann Bujard, de la Universidad de Heidelberg, debido a la gran concentraci¨®n de investigaci¨®n gen¨¦tica de calidad. La zona de Heidelberg tambi¨¦n incluye al gigante farmac¨¦utico BASF, mientras que la regi¨®n de M¨²nich incluye muchas de las nuevas instalaciones de biotecnolog¨ªa. Tambi¨¦n se ha elegido la zona oriental de Alemania, alrededor de lena, con un "voto especial" que puede desembocar en beneficios que por ahora est¨¢n sin determinar.
J¨®venes e innovaci¨®n
Una vez en marcha, el nuevo programa adoptar¨¢ un planteamiento doble, se?ala Gassen. Primero, la disponibilidad de subvenciones pondr¨¢ m¨¢s f¨¢ciles las cosas para que los j¨®venes puedan formar su propia empresa innovadora. Al mismo tiempo, las ayudas o pr¨¦stamos del Gobierno estar¨¢n disponibles para compa?¨ªas ya existentes que est¨¢n impacientes por reforzar las incipientes relaciones con las universidades.
A pesar de toda la publicidad, a Alemania todav¨ªa le queda mucho terreno por recorrer hasta convertirse en una potencia en biotecnolog¨ªa. La aplastante mayor¨ªa de cient¨ªficos afirma que el mayor obst¨¢culo es la "falta de una cultura de la innovaci¨®n" en Alemania. "Aqu¨ª hay pocas personas din¨¢micas", se?ala Ullrich.
Otro factor que detiene el esfuerzo alem¨¢n, afirman muchos cient¨ªficos, es un tipo profundamente arraigado de noci¨®n de bienestar social de muchos j¨®venes investigadores. "La gente se refugia en las universidades si no pueden encontrar trabajo", comenta Winnacker. "Esto ha cortado profundamente cualquier esp¨ªritu empresarial que quiz¨¢s hubiera podido desarrollarse".
La mayor¨ªa de los investigadores alemanes se muestran optimistas respecto a las perspectivas a largo plazo de la biotecnolog¨ªa alemana, y no s¨®lo por las ayudas del Gobierno. "No se puede construir una industria con 90 millones de d¨®lares", afirma Stadler. Mucho m¨¢s importante, se?ala, es el papel que BioRegio va a desempe?ar a la hora de catalizar las inversiones de capital de riesgo, la transferencia de tecnolog¨ªa y un desplazamiento del saber fuera de las universidades y de las compa?¨ªas farmac¨¦uticas hacia un ¨¢rea rica en investigaci¨®n y desarrollo.
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