Un tribunal rebaja la pena por violaci¨®n a un marido porque en el matrimonio merece "menor reproche"

, La Audiencia de Barcelona ha dictado una sentencia en la que considera como atenuante la relaci¨®n de parentesco en un caso de violaci¨®n de un marido a su esposa y entiende que esa conducta merece "menor reproche y gravedad" que si la hubiera protagonizado un desconocido. Por este motivo, el tribunal condena al acusado a dos a?os de c¨¢rcel por un delito de agresi¨®n sexual, en vez de los 10 a?os que reclamaba el fiscal por violaci¨®n.Los hechos que han motivado la singular sentencia ocurrieron el 6 de octubre de 1995, en el domicilio de Isabel D. G., en la ciudad de Sabadell. La mujer, que llevaba 20 a?os casada, hab¨ªa abandonado el domicilio familiar hac¨ªa 15 d¨ªas para poner fin a su relaci¨®n matrimonial pero aquella noche el marido la estaba esperando y hab¨ªa accedido a la vivienda con la llave que ten¨ªan los hijos. Al ver a Antonio Mateo Prieto, de 51 a?os, la mujer intent¨® marcharse pero ¨¦l la sujet¨® y se produjo un forcejeo que finaliz¨® con una ca¨ªda de Isabel. A continuaci¨®n, se produjo un nuevo forcejeo por la negativa de ella de mantener relaciones y la pelea acab¨® con una penetraci¨®n vaginal.

La sentencia, de la que ha sido ponente la magistrada de la secci¨®n tercera Ana Ingelmo, considera que "es cierto que el procesado no respet¨® la libertad sexual de la mujer, pero, para ¨¦l, era su esposa, y como ¨¦sta dijo en el acto del juicio, durante el matrimonio, en muchas ocasiones le hab¨ªa obligado a mantener relaciones sexuales contra su deseo, hechos que ella hab¨ªa soportado por vivir bajo el mismo techo".

Los magistrados recuerdan que el marido no aceptaba la separaci¨®n conyugal.

El tribunal entiende que merece "un menor reproche" y aprecia "una menor gravedad, "en las consecuencias del delito sobre la v¨ªctima, por el hecho de tratarse de su marido y no de un desconocido". La sentencia a?ade que "el padecimiento de la v¨ªctima es muy superior, cuando se ve atacada por un desconocido, que cuando el que no respeta su libertad sexual es su marido, con el que ha venido manteniendo relaciones sexuales consentidas durante tiempo".