La cr¨ªtica destroza la pel¨ªcula de Henri L¨¦vy
La pel¨ªcula El d¨ªa y la noche, con la que el fil¨®sofo franc¨¦s Bernard-Henri L¨¦vy, de 48 a?os, debut¨® en el cine, se ha convertido en el mayor bodrio de esta y tal vez venideras Berlinales. Durante la proyecci¨®n, el p¨²blico rompi¨® en aplausos cuando el escritor protagonista, Alain Delon, explota en el globo, indicio de que la tortura llegaba a su fin. No obstante, la rueda de prensa de presentaci¨®n se convirti¨® en el ¨²nico acontecimiento glamouroso de la Berlinale.Un aluvi¨®n de mirones llen¨® la, sala para contemplar a las estrellas Alain Delon y Lauren Bacall. A su lado, el espa?ol Paco Rabal, que hace de veterano comunista exiliado en M¨¦xico y reconvertido en g¨¢nster, pon¨ªa una cara que parec¨ªa preguntar: "?Qu¨¦, hice yo para merecer esto?".
El director de la Berlinale, el suizo Moritz de Hadeln, justific¨® la presencia de la pel¨ªcula, fuera de concurso, en el festival por las estrellas que vinieron, y a?adi¨® que "un festival tiene que soportar estas pel¨ªculas" que originan pol¨¦mica. La crispaci¨®n de la nutrida mesa, con el director, actores y el m¨²sico Maurice Jarre, se palpaba en la sala de conferencias de la Berlinale. Los periodistas tuvieron piedad y la presencia de Bacall y Delon sirvi¨® de pararrayos para evitar que al fil¨®sofo metido a cineasta le llovieran las cr¨ªticas y preguntas inc¨®modas.
Cine, no literatura
Ante un perplejo periodista que le pregunt¨® "?Qu¨¦ quiso usted hacer con esta pel¨ªcula?", L¨¦vy respondi¨®: "Quise hacer cine, no filmar literatura. Quise hacer una gran producci¨®n, que intenta conectar con el cine l¨ªrico de los cincuenta". En la siguiente respuesta no tuvo reparo en blasfemar, literariamente, al decir que se trataba de una "comedia humana".La cr¨ªtica alemana, por lo general moderada, destroz¨® la pel¨ªcula. El Tagesspiegel de Berl¨ªn escribe que con ella se ha puesto en rid¨ªculo a todo el cine franc¨¦s ante la opini¨®n p¨²blica mundial, y titula: "Un verg¨¹enza en exclusiva mundial".
Paco Rabal consigui¨® agarrar el micr¨®fono para deja claro que "un comunista no puede ser un g¨¢nster", y que en tiempos de Franco todos lo que discrepaban eran acusado de comunistas. Por eso, su personaje, seg¨²n Rabal, no puede haber sido comunista, y a?adi¨®: "Yo me siento muy pr¨®ximo a los comunistas". Bacall tuvo ocasi¨®n de lamentarse de "exceso de sexo y violencia que hoy se proyecta en las pantallas".
Alain Delon se neg¨® a responder si hab¨ªa firmado el manifiesto de los actores e intelectuales franceses contra las leyes de inmigraci¨®n -"he venido aqu¨ª a hablar de cine"-. Levy dijo que ¨¦l s¨ª firm¨®.
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