Jugadores internacionales sin condiciones
La Liga Profesional, desde que hace ocho anos naci¨® con la gestaci¨®n de la conversi¨®n de los clubes en sociedades an¨®nimas, ha pasado a ser una federaci¨®n paralela. Las disputas entre ambos organismos por la atribuci¨®n de sus competencias han sido permanentes. La Ley del Deporte y el arbitraje del CSD no han sido suficientes para calmar las aguas. Mientras la federaci¨®n aporta cierto sosiego, los dineros llueven a los clubes profesionales y, con ellos, los conflictos: La Liga de 22, las designadones arb¨ªtrales, los partidos lelevisados...Precisamente este ¨²ltimo asunto a punto estuvo de convertirse en su sentencia de muerte al inicio de esta temporada. La Liga se coloc¨® a tiro de la federaci¨®n. Algunos clubes, los m¨¢s interesados en abrir contratos televisivos que acababan en 1998, entregaron la cabeza de la Liga a la federaci¨®n a cambio de que los lunes se pueden ofrecer partidos en televisi¨®n. Ese grupo de clubes estuvo a punto de consumar el voto de censura que hubiese acabado con su presidente, Antonio Bar¨® -ahora apoyado con unanimidad para su reelecci¨®n por cuatro a?os-. La batalla arrastr¨® al principal ejecutivo de la Liga, su secretario general, Jes¨²s Samper, que prefiri¨® dejar el cargo.
La Federaci¨®n, despu¨¦s de la experiencia que dan ocho a?os, considera oportuno volver a tiempos pasados, cuando la Liga, era un comit¨¦ dentro de su seno. Y desde ese punto de vista, ejercer. su experiencia. En esa situaci¨®n, sobran los representantes de la Liga en los comit¨¦s disciplnarios y arbitrales de la federaci¨®n, como ¨¦sta pide. Es la oportunidad adem¨¢s, para proponer la supresi¨®n del t¨¦rmino en las condiciones que se determinen" en el cap¨ªtulo de la participaci¨®n de los futbolistas en las selecciones. "La cesi¨®n de jugadores no ha de requerir condici¨®n alguna", es la explicaci¨®n para evitar cualquier posible reivindicaci¨®n de los clubes.
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