Una granada alcanza a un blindado espa?ol en Mostar sin causar heridos
Una granada de carga hueca alcanz¨® en la madrugada de ayer a un blindado de las tropas espa?olas de la OTAN en la ciudad bosnia de Mostar, sin que ninguno de sus cinco ocupantes sufriera da?os. El ataque, el primero directo contra las fuerzas internacionales desde que se firm¨® la paz a finales de 1995, ha sido condenado en Bruselas por el secretario de la Alianza, Javier Solana, quien advirti¨®: "No permitiremos una situaci¨®n similar".
La granada, disparada a unos 100 metros desde el lado del r¨ªo Neretva controlado por los croatas, impact¨® contra el motor del blindado a las cuatro de la ma?ana, cuando montaba guardia cerca de la plaza de Espa?a, en la zona de demarcaci¨®n central de la dividida ciudad bosnia. Otro proyectil err¨® el blanco y su carcasa fue recuperada a un centenar de metros. Los soldados no respondieron al fuego.En el rastreo de la zona se encontraron dos lanzacohetes utilizados contras las tropas del batall¨®n espa?ol. En Madrid, el Ministerio de Defensa inform¨® ayer de que una comisi¨®n de expertos investigar¨¢ el origen del proyectil que alcanz¨® el blindado sobre ruedas de la Brigada Almer¨ªa.
En Mostar se han recrudecido los incidentes entre sus dos comunidades, musulmana y croata. El 10 de febrero, un musulm¨¢n muri¨® y una treintena resultaron heridos al ser atacados por bosniocroatas cuando iban a visitar un cementerio.
"La Fuerza de Estabilizaci¨®n [nombre de las tropas internacionales en Bosnia] respondi¨® al ataque con un despliegue inmediato de una fuerza r¨¢pida y el incremento de las patrullas en la zona", dijo un portavoz. Dentro del dispositivo de la OTAN, a espa?oles y franceses les corresponde la vigilancia en Mostar y Herzegovina, la regi¨®n bosnia de mayor¨ªa croata fronteriza con Croacia. La ciudad, de unos cien mil habitantes y escenario en 1993 de combates aniquiladores, permanece a¨²n dividida.
Los croatas se han resistido hasta la fecha por todos los medios a la reintegraci¨®n de Mostar, pese a las reiteradas promesas hechas por Zagreb, que ejerce el control pol¨ªtico del nacionalismo croata en Bosnia.
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