Las fundaciones sanitarias
Los m¨¢ximos responsables del Insalud han se?alado recientemente su intenci¨®n de que los nuevos hospitales del mismo se establezcan como fundaciones. Este hecho, que supone una modificaci¨®n sustancial en el funcionamiento del Insalud, merece varios comentarios.El primero tiene que ver con los aspectos legales de las fundaciones. Se trata de entidades jur¨ªdicamente privadas sin ¨¢nimo de lucro. Por tanto, para su constituci¨®n debe de realizarse una transferencia patrimonial de recursos p¨²blicos, en este caso adem¨¢s de la Seguridad Social, lo que parece al menos dudosamente legal. Adem¨¢s, el funcionamiento de las mismas da amplias atribuciones a los patronatos, sin que exista insuficiente publicidad sobre sus decisiones, ni capacidad de controlarlas, ni transparencia, lo que es impropio, teniendo en cuenta que se est¨¢n utilizando fondos p¨²blicos, y no los recursos que un grupo de particulares ha querido aportar.
El segundo es que este tipo de medidas fragmenta y desregulariza el sistema nacional de salud, que, seg¨²n se?ala en su pre¨¢mbulo la Ley General de Sanidad, nace precisamente para subsanar los desastres de la incoordinaci¨®n de la multiplicidad de los servicios sanitarios. Y, por tanto, rompe con las capacidades de planificaci¨®n, integraci¨®n y coordinaci¨®n del sistema sanitario p¨²blico. Adem¨¢s de impedir las ventajas de la econom¨ªa de escala que todas las grandes empresas, entre ellas la sanitaria, tienen. Por eso puede decirse que este modelo tiene problemas desde el punto de vista sanitario y tambi¨¦n del de su eficiencia.
El tercero es que la experiencia de desarrollo de fundaciones que existe en Galicia se?ala que se tiende a la apertura de centros hospitaliarios con d¨¦ficit de infraestructura, de personal, de cualificaci¨®n del mismo y de recursos tecnol¨®gicos. De resultas de ello la atenci¨®n sanitaria es de menor calidad, y con frecuencia se suelen producir derivaciones excesivas hacia los hospitales de la red p¨²blica regular, muchas de las cuales no se producir¨ªan en caso de ser un hospital de gesti¨®n directa, que, al menos hasta el presente, cuentan con mejores recursos.
Una ¨²ltima cuesti¨®n. Existe una subcomisi¨®n en el Congreso que estudia la reforma sanitaria, a la que todos los grupos parlamentarios, el Gobierno y los propios responsables del Ministerio de Sanidad han encargado el debate, el an¨¢lisis y la realizaci¨®n de propuestas para la reforma de la sanidad p¨²blica, y que incluye entre los temas a tratar la organizaci¨®n de los servicios sanitarios. No parece congruente con su existencia el que se est¨¦n tomando decisiones sobre aspectos tan importantes como ¨¦ste, que han de condicionar sus resultados, y menos a¨²n que se pretenda por parte de los responsables del Gobierno de dar el mensaje de que en la misma se trata de buscar un consenso de todos los grupos con representaci¨®n parlamentaria. Aunque es cierto que puede ser que de lo que se trate es de adoptar acuerdos sobre los aspectos realmente relevantes para la sanidad de este pa¨ªs: el color de los uniformes, por ejemplo.
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