El presunto gal Miquel se niega a declarar porque teme por su vida

Ismael Miquel, presunto integrante de los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL), se neg¨® ayer a prestar declaraci¨®n ante Carlos D¨ªvar, el juez titular del Jugado Central n¨²mero 4 de la Audiencia Nacional, sobre el asesinato por esa organizaci¨®n del ciudadano franc¨¦s Robert Caplanne en Biarritz, en 1985, al ser confundido con un miembro de ETA. Miquel justific¨® su silencio en que teme por su vida y necesita protecci¨®n.D¨ªvar, que le comunic¨® su auto de procesamiento y de prisi¨®n incondicional, ya hab¨ªa intentado interrogar a Miquel a principios de febrero, pero no pudo hacerlo porque ¨¦ste renunci¨® entonces a su abogado y pidi¨® ser asistido por un letrado que se encuentra preso en la madrile?a c¨¢rcel de Carabanchel.

Miquel, que compareci¨® esposado" y elegantemente vestido, no mostr¨®, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas aludidas por Efe, una actitud acorde con el anunciado deseo de colaborar con la Justicia que expuso en un escrito enviado hace unos meses al magistrado, a trav¨¦s de Izquierda Unida, en el que afirmaba que el comando de los GAL que mat¨® por error a Caplanne y que ¨¦l mismo dirig¨ªa desde Barcelona fue creado por el ex ministro del Interior Jos¨¦ Barrionuevo y otros altos cargos de su departamento. A la vista de esa carta, Divar reabri¨® un caso por el que ya fueron condenados en 1987 Jos¨¦ Luis Fari?as Garc¨ªa, Jorge Porta Laborda, Carlos Laborda Costa y Javier Rovira Llor.

Protecci¨®n

Ya entonces Miquel, que cumple en Espa?a el resto de la condena que le fue impuesta en Tailandia por narcotr¨¢fico, solicit¨® ser puesto en libertad y requiri¨® protecci¨®n tanto para ¨¦l como para su hija y otros dos testigos que, seg¨²n apunt¨®, corroborar¨ªan sus afirmaciones respecto a la trama de los GAL. Para el caso de que no quedase libre, reclamaba permanecer aislado en el centro penitenciario con el fin de evitar cualquier acci¨®n contra ¨¦l.La petici¨®n de Miquel, que se dec¨ªa dispuesto a mantener. un careo con Barrionuevo -el juez lo desestim¨®-, fue respaldada no s¨®lo por su defensor, Alberto Salazar, sino tambi¨¦n por algunos de sus propios acusadores, que consideraron que ten¨ªa derecho a la misma situaci¨®n de libertad provisional de que gozan, como testigos protegidos, otros componentes de los GAL. Sin embargo, el fiscal Jes¨²s Santos se opuso a que se le concediera.

Salazar reiter¨® ayer que su cliente tiene intenci¨®n de declarar todo cuanto sabe, pero que realmente le amedrenta la posibilidad de ser asesinado, idea que le persigue en sus sue?os. En cambio, otros letrados creen que se limita a mantener la estrategia por la que consigui¨® ser trasladado desde Tailandia hasta Espa?a.