La primera vacuna sint¨¦tica derivada de plantas ser¨¢ contra una enfermedad del vis¨®n
El desarrollo de una cuna sint¨¦tica, derivada de plantas, promete ser una alternativa a las vacunas convencionales m¨¢s econ¨®mica y segura. Los espa?oles Carmen Vela y J. Ignacio Casal, de la compa?¨ªa Ingenasa, publicar¨¢n este mes junto con un equipo dan¨¦s, uno holand¨¦s y la compa?¨ªa Axis Genetics plc. de Cambridge un art¨ªculo en la revista Nature Biotechnology con los ¨²ltimos avances de su investigaci¨®n.La vacuna, destinada a la prevenci¨®n de la enfermedad de la enteritis del vis¨®n, consiste en un virus compuesto. Se modifica un virus que infecta la planta del garbanzo silvestre Vigna unguiculata de forma que presente en su superficie una part¨ªcula de un virus animal, que infecta visones.
Para aumentar la cantidad de virus alterado se infecta con ¨¦l la planta del garbanzo silvestre donde se multiplica. De la planta se extraen despu¨¦s grandes cantidades del virus, que a modo de vacuna se inyectan en un vis¨®n, al que dotar¨¢n de una protecci¨®n frente a la enteritis.
El material gen¨¦tico, el ADN y el ARN, que contiene la informaci¨®n para la s¨ªntesis de prote¨ªnas y p¨¦ptidos de un organismo, est¨¢ formado por una alineaci¨®n de nucle¨®tidos. A su vez las prote¨ªnas y los p¨¦ptidos, m¨¢s cortos que las anteriores, est¨¢n compuestos por amino¨¢cidos. La secuencia de nucle¨®tidos es la que determina el orden de los amino¨¢cidos.
Virus vegetal modificado
El virus modificado se obtiene insertando varios nucle¨®tidos, que dirigen la creaci¨®n de un p¨¦ptido corto, que forma parte de la cubierta prot¨¦ica del virus MEV (virus de la enteritis del vis¨®n), en el ADN del virus mosaico del garbanzo silvestre, cuya patente pertenece a la compa?¨ªa Axis Genetics.
Cuando el material gen¨¦tico se expresa se sintetizan todas las prote¨ªnas virales, incluido el p¨¦ptido ex¨®geno, que pasar¨¢ a formar parte de la cubierta viral. Por tanto, tenemos un virus vegetal modificado, portador de un p¨¦ptido del virus de vis¨®n. Se trata de la primera va cuna sint¨¦tica derivada de plantas. De cada kilo de hoja fresca de una planta infectada se pueden extraer hasta dos gramos de virus modificado. Un miligramo de este virus es suficiente para inmunizar un vis¨®n. A partir de un kilogramo de plan ta se obtienen 2.000 dosis de vacuna.
Carmen Vela y J. Ignacio Casal resaltan las ventajas econ¨®micas y de seguridad de la vacuna. Afirman que, al tratarse de: una vacuna sint¨¦tica, es m¨¢s estable y menos virulenta que una vacuna convencional, derivada de virus inactivados o adaptados o de microorganismos. La producci¨®n de las vacunas cl¨¢sicas es costosa por las medidas de seguridad necesarias y a¨²n as¨ª, a veces, ocurren errores de fabricaci¨®n.
Seg¨²n estos cient¨ªficos, la planta del garbanzo silvestre presenta enormes ventajas: crece en cualquier sitio, incluso en zonas agrarias no aptas para otros cultivos. Su mantenimiento es muy sencillo y puede ser controlado por personas sin una formaci¨®n especial. Adem¨¢s es seguro, porque el virus se transmite s¨®lo por contacto directo y es muy espec¨ªfico: s¨®lo infecta la planta del garbanzo silvestre.
El virus responsable de la enteritis del vis¨®n es de la familia de los parvovirus, a la que pertenecen tambi¨¦n el virus de la panicucemia felina y el parvovirus canino. El p¨¦ptido del virus del vis¨®n, que se utiliza para la fabricaci¨®n de la vacuna, se encuentra tambi¨¦n presente en los otros dos parvovirus. La misma vacuna inmunizar¨ªa a gatos y perros frente a la enfermedad de la parvovirosis.
La gran dificultad de la preparaci¨®n de este tipo de vacunas sint¨¦ticas, reside en encontrar ep¨ªtopos. ?stos son secuencias cortas de amino¨¢cidos, que dan lugar a una reacci¨®n inmunol¨®gica fuerte, que son suficientemente estables y no var¨ªan entre las diferentes estirpes de un virus. El p¨¦ptido utilizado para la vacuna descrita es el primer ep¨ªtopo que se ha utilizado con este fin y se defini¨® por primera vez en Ingenasa. Por ahora, no se han encontrado muchas secuencias v¨¢lidas y ¨¦sta sigue siendo la mejor.
Otros grupos de investigaci¨®n han insertado en el virus de la planta del garbanzo silvestre ep¨ªtopos de virus humanos, como el virus del sida (VIH I) y el virus del catarro, en trabajos experimentales.
El pr¨®ximo paso es la obtenci¨®n de una vacuna oral, de manera que los animales ingieran la vacuna al comer la planta infectada. Se est¨¢ tratando de obtener una vacuna contra la peste equina y otra contra la enfermedad de la hemorragia de los conejos salvajes. Admiten los cient¨ªficos espa?oles que la investigaci¨®n a¨²n se encuentra a niveles muy experimentales y que a¨²n se desconoce el tama?o m¨¢ximo de los ep¨ªtopos que acepta el virus de la planta del garbanzo silvestre. Hasta ahora se han logrado introducir hasta 20 amino¨¢cidos.
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