Escenas de una depredaci¨®n

Conde acusaba a Solchaga de bloquear las exenciones para crear la Corporaci¨®n, pero ayer le rehuy¨®. Mariano G¨®mez de Lia?o renunci¨® a la comparecencia del ex ministro cuando estaba por entrar al juicio. "Sus declaraciones han sido contestes con la del se?or Conde", dijo el letrado. Quiso decir que han declarado lo mismo. Pero eso no es cierto.Selva describi¨® la presunta colocaci¨®n de acciones como si se tratara del negocio de un tendero. Un presunto inversor norteamericano, Kermithg Mullis, estaba dispuesto, asegur¨®, a meter 200 millones de d¨®lares en la Corporaci¨®n Industrial con los ojos cerrados en julio de 1990, antes de su creaci¨®n.

El ex banquero sigue sin saber que pag¨® a Argentia Trust. Pero G¨®mez de Lia?o cometi¨® ayer un acto fallido:

-?C¨®mo puede llegar una factura a Banesto con el nombre de un trust cuando el presidente solo conoce el nombre ... mm..., no del trust. Hemos metido demasiado trust, por lo del ingl¨¦s?.

Un tropez¨®n. Se olvida en estas escenas que el presidente de Banesto era Conde. Seg¨²n Javier Abad, Conde le dijo que deb¨ªa pagar por "gastos de la Corporaci¨®n" y le envi¨® la factura de Argentia Trust.

G¨®mez de Lia?o tambi¨¦n se encarniz¨® con Abad:

-Y usted paga una factura de 600 millones en estas condiciones...

-El presidente me dio las instrucciones, con test¨® Abad.

Conde aparece, pues, como v¨ªctima. Es ¨¦l quien podr¨ªa contestar las interesantes preguntas de G¨®mez de Lia?o. Pero, ya se sabe, Conde como acusado no est¨¢ obligado a decir la verdad.