Los gitanos homenajean a su primer beato, Ceferino Gim¨¦nez Malla 'El Pel¨¦'

El primer beato gitano cat¨®lico ser¨¢, el pr¨®ximo 4 de mayo, un espa?ol, Ceferino Gim¨¦nez Malla El Pel¨¦, fusilado en Barbastro el 8 de agosto de 1936. Ayer, dos centenares de gitanos aragoneses y leridanos participaron en esa localidad oscense en un encuentro en el que hubo misa, cante, coloquio, representaci¨®n de escenas de la vida de Ceferino y visitas a la casa natal y al Museo de los M¨¢rtires Misioneros.La emoci¨®n presidi¨® una jornada festiva, que fue aprovechada para reivindicar la igualdad social del pueblo gitano. Decenas de rosarios con la cara del futuro beato se repart¨ªan por la abarrotada Parroquia de San Francisco, donde se respiraba el ambiente de las grandes fiestas gitanas minutos antes de que el obispo de la di¨®cesis de Barbastro-Monz¨®n, Ambrosio Echebarr¨ªa, iniciase la celebraci¨®n de una Eucarist¨ªa.

Si El Pel¨¦ fue fusilado por ser fiel a los s¨ªmbolos sagrados de los gitanos, los asistentes demostraron mantenerse fieles a las mejores tradiciones de su pueblo. En torno a la figura de los patriarcas que asistieron a la ceremonia se agolpaban j¨®venes, vestidos mayoritariamente de negro en el caso de los hombres, y con abundancia de mo?os y tacones en el de las mujeres. Nueve sobrinos nietos de Ceferino presid¨ªan la ceremonia.

Juan Jos¨¦ Gim¨¦nez, uno de ellos, intentaba contener la emoci¨®n: "Me fallan las palabras, y es que nunca pudimos llegar a pensar en esto. Es un privilegio que haya un gitano santo y que adem¨¢s sea de nuestra familia". Los sollozos, que se hicieron sentir durante toda la celebraci¨®n, dieron paso a la alegr¨ªa a la salida de la parroquia.

El sacerdote gitano Fernando Jord¨¢n ret¨® a los asistentes a aprovechar la beatificaci¨®n de Ceferino "para seguir avanzando hacia la igualdad". Record¨® que "Pablo VI dijo que los gitanos tom¨¢ramos el coraz¨®n de la iglesia y ¨¦ste es

bot¨®n que. debe servir para que podamos seguir creciendo en esa igualdad".

Barbastro fue tomado por los milicianos leales al Gobierno de la II Rep¨²blica. Ceferino, tratante de caballos, pas¨® el d¨ªa 19 de agosto del 36 a la improvisada c¨¢rcel para curas montada en el convento de los Capuchinos. No obstante, durante unos d¨ªas se le permiti¨® salir y entrar. Sobre el d¨ªa 25 -seg¨²n cuenta su bi¨®grafo Eduardo Gil de Muro- tuvo un altercado en la calle al salir en defensa de un sacerdote que estaba siendo zarandeado por unos milicianos. Al Pel¨¦ se le descubrieron un rosario y un fleme (navaja para sangrar caballer¨ªas). Se neg¨® a entregar el rosario, "que para ¨¦l no era un objeto, sino un s¨ªmbolo, advierte Gil de Muro. Noches despu¨¦s, aunque su nombre no figuraba en la lista de quienes deb¨ªan ser fusilados aquel amanecer, le ajusticiaron en la tapia del cementerio. Dicen que muri¨® gritando un "?Viva Cristo Rey!". Considerado, pues, como m¨¢rtir por haber muerto en defensa de su fe, no se requiere atribuirle milagro alguno para concederle la beatificaci¨®n.