Pedag¨®gico
Globalizados estamos y no hay cent¨ªmetro de piel o de cosa que no experimente la euforia globalizadora. Ahora le toca a la pedagog¨ªa espa?ola. La multinacional holandesa Wolters Kluwer se hizo con la propiedad de Cuadernos de Pedagog¨ªa, una de las pocas revistas supervivientes del largu¨ªsimo proceso de reconstrucci¨®n de la raz¨®n democr¨¢tica, referente obligado para varias promociones de educadores y educandos. La multinacional holandesa es un pr¨®spero negocio dedicado al material escolar y contempla la publicaci¨®n espa?ola como un instrumento que le permitir¨¢ entramar a 15.000 suscriptores y miles de lectores relacionados con la ense?anza: apetitoso mercado potencial.M¨¢s ac¨¢ del juicio de intenciones, los nuevos propietarios van a pasar por encima del cad¨¢ver de Fabricio Caivano, director y hacedor de Cuadernos de Pedagog¨ªa, arrollado por ejecutivos de acero inoxidable, insensibles a que este tipo de publicaciones son lo que son debido a una artesan¨ªa del esp¨ªritu dif¨ªcil de introducir en las calculadoras. M¨¢s dificil todav¨ªa si las calculadoras quedan tan lejos de la historia y la geograf¨ªa que han hecho de Cuadernos de Pedagog¨ªa algo m¨¢s que una revista especializada, una de las herramientas de construcci¨®n cr¨ªtica de la democracia cultural espa?ola a partir de 1975. Mal asunto cuando se mutila el pasado, porque indica que no se tiene voluntad de asumir el futuro interrelacionado con ese pasado, sino acaso otro bien diferente en el que Cuadernos de Pedagog¨ªa ya no ser¨¢ lo que ha querido el colectivo de su direcci¨®n, colaboradores y lectores, sino lo que disponga el cerebro radial y global de la Wolters Kluwer. En las pantallas de toda Europa se proyecta estos d¨ªas Marte ataca, la pel¨ªcula de Tim Burton sobre una posible invasi¨®n marciana. Como en el poema de Cavafis, in¨²til esperar la invasi¨®n marciana. Ya es t¨¢n, ya estaban aqu¨ª.
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