Berisha elige primer ministro de Albania a un ex comunista para intentar aplacar la rebeli¨®n
ENVIADO ESPECIAL El nuevo primer ministro alban¨¦s ser¨¢ un ex comunista, Bashkim Fino, seg¨²n acordaron anoche el acosado presidente Sali Berisha y los partidos de oposici¨®n que negocian un Gobierno de "reconciliaci¨®n nacional" capaz de detener la creciente rebeli¨®n civil armada. Fino, socialista y ex alcalde de Gjirokaster, una de las ciudades sure?as en manos de los insurrectos, dirigir¨¢ el Gobierno que debe apaciguar el convulso pa¨ªs balc¨¢nico y conducirlo hacia unas elecciones anticipadas previstas para junio pr¨®ximo. La designaci¨®n de un miembro del partido m¨¢s odiado por Berisha como jefe de Gobierno se produce mientras el desorden se sigue extendiendo en Albania y afecta tambi¨¦n al norte del pa¨ªs.
Berisha y sus enemigos agrupados en el Foro Democr¨¢tico, devorados por los acontecimientos, intentan acabar con el explosivo vac¨ªo de poder que ha dejado la iniciativa pol¨ªtica en manos de multitudes armadas sin control. Tras ceder en el cargo de primer ministro y en Defensa, que tambi¨¦n estar¨¢ en manos de un ex comunista, Berisha logr¨® que el nuevo ministro del Interior, un puesto clave ya que controla a la polic¨ªa secreta, siga en manos del Foro Democr¨¢tico. Mientras, la "frontera" entre el norte y el sur, que dibujan cada d¨ªa los emplazamientos de los tanques gubernamentales, no deja de retroceder hacia la capital.En la polvorienta ciudad de Lushnje, 80 kil¨®metros al sur de Tirana, sus habitantes cre¨ªan ayer que ser¨ªan los pr¨®ximos en unirse a la revuelta. Pese a la tranquilidad aparente que reflejaban sus calles a mediod¨ªa, sin rastro de polic¨ªa salvo unos rutinarios controles de entrada y salida, el ambiente era de m¨¢xima tensi¨®n. Bast¨® un disparo al aire para que m¨¢s de un centenar de personas se congregaran como un resorte en una c¨¦ntrica plaza de la ciudad.
"El lunes por la tarde cerraron las tiendas, ante los rumores de que se acercaban a Lushnje los de Berat [sublevada el domingo] con armas. Finalmente no han venido, pero las armas est¨¢n ahora a diez kil¨®metros de aqu¨ª, esperando", explica Andi, un hombre en la treintena que acaba de llegar de Italia. En LushrIje se produjeron algunos de los peores incidentes tras el desplome en enero de las sociedades de inversi¨®n piramidales, de los que es testimonio el esqueleto de su incendiado Ayuntamiento.
El caos alban¨¦s parece ya no confinarse al sur, donde en Saranda, junto a la frontera griega, una multitud incontrolada ha saqueado a conciencia antes de incendiarlo el hotel de ocho plantas orgullo de la localidad. En Bajram Curri, en el norte profundo que linda con Serbia, feudo de los partidarios de Berisha, el arsenal de un cuartel pas¨® ayer a manos de los vecinos sin ning¨²n enfrentamiento con los soldados. Lo mismo ocurri¨® en Kukes. En el levantamiento de las ciudades albanesas se repite durante los ¨²ltimos d¨ªas la misma secuencia: los militares abandonan sus guarniciones o las entregan a los civiles; la polic¨ªa simplemente se quita el uniforme; quienes no son de la localidad rebelde la abandonan.
Por este procedimiento los saqueos de cuarteles y comisar¨ªas han puesto en manos de albaneses de toda edad y condici¨®n decenas de miles de armas largas, munici¨®n y explosivos. Hasta 150.000 fusiles de asalto, tanques, artiller¨ªa pesada, ca?ones antia¨¦reos e incluso cazas de combate est¨¢n bajo control de los civiles rebeldes que piden la dimisi¨®n del presidente y han ido haci¨¦ndose fuertes en pueblos y ciudades del sur, donde se han disuelto como azucarillos todos los poderes del Estado.
"La sublevaci¨®n va a llegar hasta Rrogozhine, casi veinte kil¨®metros al norte de aqu¨ª, despu¨¦s no lo s¨¦", asegura un jubilado de Lushnje. De la misma opini¨®n debe de ser el Estado Mayor alban¨¦s, que en menos de 24 horas ha hecho retroceder sus tanques desde Lushnje hasta el puente que, sobre el r¨ªo Shkumbin, da entrada a Rrogozhine por el sur. Dos carros de combate en la carretera, protegiendo un control militar, marcaban ayer la nueva "frontera" entre las dos mitades de Albania, a menos de 70 kil¨®metros de Tirana.
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