Van Gogh, Ensor, Mondrian y Magritte, estrellas de una exposlci¨®n en Venecia
'La pintura flamenca y holandesa' reune 220 obras de 90 artistas en el palacio Grassi
Quien oye hablar de pintura flamenca suele pensar inmediatamente en El Bosco, en Van Dyck, en los Brueghel o en Rubens,Jordaens y Rembrandt, de modo que es posible que m¨¢s de un visitante de la exposici¨®n que se inaugura hoy en el palacio Grassi de Venecia se sienta defraudado. Bajo el t¨ªtulo de La pintura flamenca y holandesa, lo que el centro de exposiciones de Fiat ofrece es, en realidad, una muestra del arte de Holanda y B¨¦lgica en tomo al siglo XX. La exposici¨®n que se presenta en Venecia incluye casi 90 artistas, de los que pocos son indiscutiblemente conocidos por el gran p¨²blico: entre ellos, Vincent van Gogh, James Ensor, Piet Mondrian, Paul Delvaux y Ren¨¦ Magritte.
Los pintores citados son las estrellas de la colecci¨®n de 220 obras reunidas para la ocasi¨®n por Rudi Fuchs y Jan Hoet, los organizadores de la muestra, con el patrocinio de los ministerios de Educaci¨®n de los Pa¨ªses Bajos y del Ministerio de la Comunidad Flamenca. Los reyes de B¨¦lgica y Holanda, pa¨ªses donde tienen sus sedes las casi 40 instituciones p¨²blicas y privadas que han prestado cuadros, piensan visitar la exposici¨®n el pr¨®ximo 22 de marzo.De Van Gogh hay expuestos 11 cuadros; de Ensor, 22; de Mondrian, 10. Cinco pinturas de Magritte y dos de Delvaux completan el cat¨¢logo de las principales obras. Luego est¨¢n otros autores que, aunque con menor proyecci¨®n internacional, han hecho tambi¨¦n carrera fuera de sus fronteras. Es el caso de los belgas Leon Spillaert, Jean Brusselmans o Pierre Alechinsky, y el de los holandeses Jan Toorop, Marcel Broodthaers y Karel Appel.La exposici¨®n pretende narrar el desarrollo desde el expresionismo y el surrealismo de la primera mitad del siglo hasta la pintura abstracta, el pop art 0 el formalismo conceptual de la obra de Stanley Brown que cierra el recorrido.Conexiones hist¨®ricas
Paralelamente, se sugieren conexiones precisas entre estas obras, algunas de las cuales, como las Frachadas D, de Jeroen Honneman, datan del a?o pasado, y la pintura flamenca hist¨®rica. As¨ª, la muestra se abre con un retrato de Jean van Scorel, pintor holand¨¦s del siglo XVI que trabaj¨® en Roma, y otro cuadro de Joachim Patinir, disc¨ªpulo de El Bosco, que reflejan, respectivamente, el gusto por el detalle y la vena fant¨¢stica que constituyen dos constantes en la pintura de Holanda. Una obra de Jean Brueghel ha sido yuxtapuesta a cuadros de Permeke, De Smet y Van de Woestijne fechados en los primeros anos veinte, para destacar que, a lo largo de los siglos, se mantiene el factor com¨²n de un costumbrismo que pervive en la pintura expresionista. Los cuadros abstractos de Mondrian vienen precedidos por un paisaje de Van Ruisdael sin figuras, hecho de color y manchas.
El montaje, realizado como siempre en esta sede por la arquitecto Gae Aulenti, es concisamente did¨¢ctico, gracias a unas breves notas y a escuetas citas po¨¦ticas de los artistas. Resulta limpio y claro, y los bellos salones del palacio Grassi relucen mucho m¨¢s que entre el guirigay de objetos magn¨ªficos que los invadi¨® con ocasi¨®n de Los griegos en Occidente, la exposici¨®n realizada en esta misma sede durante la temporada pasada. Pero parece claro que la exposici¨®n actual es de menor envergadura que las organizadas anteriormente por este centro de Venecia, donde se han marcado hitos de tipo hist¨®rico, como la muestra dedicada en 1991 a los celtas o la de 1994 sobre la arquitectura renacentista, y el arte contempor¨¢neo ha conocido manifestaciones del calibre de las exposiciones sobre Marcel Duchamp de 1993 o la organizada en 1995 por Jean Claire para celebrar el primer centenario de la Bienal de Venecia.
Protagonismo limitado
La pintura contempor¨¢nea en B¨¦lgica y Holanda, que desconoci¨® el cubismo, ha tenido un protagonismo simplemente limitado en el desarrollo del arte europeo de este siglo, a pesar de haber promovido movimientos importantes, como el Cobra (Copenhague, Bruselas, Amsterdam) y de la media docena de grandes figuras antes citadas. El inter¨¦s de la muestra veneciana es, por ello, tambi¨¦n limitado, incluso tras la incorporaci¨®n forzada de Magritte y Delvaux, que, siendo valones y franc¨®fonos de origen, no tienen nada que ver con el mundo flamenco y holand¨¦s que se menciona en el t¨ªtulo impropio de la exposici¨®n. En B¨¦lgica, el asunto ha generado m¨¢s de una pol¨¦mica pol¨ªtica.
"Ciertamente, la pintura francesa es m¨¢s importante, sobre todo en la primera mitad del siglo, aunque Van Gogh y Mondrian no son menos que Picasso, Braque o Matisse. Holanda es, en cualquier caso, uno de los pilares de la pintura europea. Encuentro que esta pintura holandesa y belga m¨¢s reciente ha seguido un poco la suerte de la italiana, que est¨¢ infravalorada", comenta el cr¨ªtico Maurizio Calvesi, autor de uno de los art¨ªculos del cat¨¢logo.
Paolo Viti, director art¨ªstico del palacio Grassi, destaca que Karel Appel, como otros representantes del grupo Cobra, como Permeke y otros pintores incluidos en esta exposici¨®n, son "grandes nombres consagrados", y explica as¨ª el sentido de esta muestra: "Hemos querido dar a conocer la pintura belga y holandesa, por marcar una continuidad que se proyecta hacia el futuro, y porque todos nos debemos conocer mejor en Europa. De hecho, el pr¨®ximo oto?o haremos una exposici¨®n de la pintura de este siglo en Alemania y, a continuaci¨®n, le tocar¨¢ el turno a Francia".
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