Europa y EE UU conf¨ªan en que una dimisi¨®n de Berisha evite la intervenci¨®n en Albania
Europa y Estados Unidos conf¨ªan en que una dimisi¨®n del presidente Sali Berisha haga deponer las armas a los rebeldes y que si la comunidad internacional debe realizar una intervenci¨®n militar o policial. en Albania, sea muy limitada. As¨ª se puso de relieve ayer en las discusiones del Consejo informal de ministros de Exteriores de la Uni¨®n Europea (UE) en la poblaci¨®n holandesa de Apeldoorn y en la reuni¨®n especial de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y Seguridad en Europa (OSCE) celebrada en Viena.
La comunidad internacional condiciona impl¨ªcitamente la intervenci¨®n militar en Albania, pedida por el Gobierno y por los rebeldes, a la renuncia de Berisha, anunciada por la televisi¨®n griega a las 20 horas. "Si se confirma, la situaci¨®n dar¨¢ un vuelco", coment¨® el ministro de Exteriores holand¨¦s, Hans Van Mierlo. A las 21,30 horas, el portavoz de Berisha la desminti¨®, asegurando que el presidente concurrir¨¢ a las elecciones.El primero en bajar condenatoriamente el pulgar fue el delegado norteamericano en a OSCE, Michael Leckson, al sugerir en Viena que la dimisi¨®n de Berisha "quiz¨¢ podr¨ªa contribuir a la soluci¨®n de la crisis". En seguida se sum¨®, desde Apeldoorn, el ministro de Exteriores dan¨¦s, Niels Helveg Petersen (DIN): "Estoy seguro de que si el presidente Berisha renunciase la situaci¨®n mejorar¨ªa en Albania".
Alemania y Suecia se apuntaron al carro. Berisha "tiene que reflexionar por s¨ª mismo de qu¨¦ manera debe contribuir a la pacificaci¨®n". Esta invitaci¨®n clara, pero en forma de circunloquio, se deb¨ªa a que la UE debe guardar las formas. Bersiha es -o era- un presidente democr¨¢ticamente elegido y adem¨¢s ha seguido las ¨²ltimas recomendaciones europeas", como la formaci¨®n de un Gobierno de unidad nacional. As¨ª lo pon¨ªa de relieve la diplomacia francesa, que, junto con la espa?ola, se absten¨ªan de empujarle a la dimisi¨®n.
Estos pa¨ªses m¨¢s condescendientes le dedicaron, pese a todo, calibre grueso. "Por acci¨®n u omisi¨®n, ha incurrido en ciertas responsabilidades", denunci¨® el ministro espa?ol, Abel Matutes, aludiendo a que no hab¨ªa puesto coto a las estafas financieras piramidales, "haciendo caso omiso a las advertencias de la Comisi¨®n Europea y del FMI", lo que arruin¨® y sublev¨® a la poblaci¨®n. Su mandato "es legal, pero gran parte de la poblaci¨®n albanesa est¨¢ contestando su legitimidad", apret¨® Matutes.
Francia y Espa?a eran partidarias de que la dimisi¨®n fuese m¨¢s voluntaria que forzada, y llegase de la mano de un di¨¢logo entre Gobierno y rebeldes.
Tropas o polic¨ªa
En suma, EE UU y varios pa¨ªses europeos condicionaban -con matices de dureza- cualquier intervenci¨®n militar o policial,. a una repacificaci¨®n previa, que fuese consecuencia de la renuncia del presidente. Brit¨¢nicos, franceses y alemanes, adem¨¢s de los norteamericanos, fueron los m¨¢s contrarios a la opci¨®n de enviar tropas. De "muy prematura" la calific¨® cinco veces el secretario del Foreign Office, Malcolm Rifkind. Su tesis era que a¨²n hay trecho para la mediaci¨®n y que no se debe enviar soldados al caos. "Recuerden Srebrenica", adujo Kinkel reclamando "un mandato preciso" de la ONU. M¨¢s aguerridos se mostraron Van Mierlo, pues "¨¦ste es un caso para enviar alguna presencia militar" (lo que cuestion¨® su primer ministro, Wim Kok) y su colega dan¨¦s. "Estoy a favor de que la comunidad intemacional env¨ªe alg¨²n tipo de fuerza, con un mandato definido", dijo Petersen. El peque?o grupo de los intervencionistas se nutr¨ªa de los que tienen responsabilidades institucionales (Dinamarca preside la OSCE y Holanda, la UE, ) con el apoyo de Grecia (vecina del pa¨ªs en caos) y, brumoso, de Italia (tambi¨¦n vecina).Era lo reclamado por el delegado de la OSCE, el austriaco Franz Vranitzky, a sus 54 patrones reunidos en Viena: "Albania ha pedido la intervenci¨®n, es parte de Europa, y no se la podemos negar". Vranitzky propuso para ello una agrupaci¨®n "voluntaria" de pa¨ªses.Al final, los ministros llegaron a un acuerdo de m¨ªnimos y en suspenso hasta que la situaci¨®n de la presidencia albanesa quede despejada: "Contribuir a la creaci¨®n de una presencia militar o policial, consultiva y limitada, con la tarea de proporcionar protecci¨®n para una misi¨®n civil de asistencia", que vehiculo la ayuda humanitaria y econ¨®mica urgente. Esta operaci¨®n, muy acotada, requerir¨ªa una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad.
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