Asuntos extranjeros

Es un hecho cierto que el juego del baloncesto se ha globalizado. A lo largo y ancho del mundo, el deporte de la canasta se ha ido haciendo cada vez m¨¢s popular. Y en el coraz¨®n de esa mejora, la Liga NBA ha tenido un papel fundamental. M¨¢s de cien televisiones de otros tantos pa¨ªses en todo el globo transmiten, en directo o en diferido, partidos de la NBA.Hace 10 a?os, encontrar un jugador extranjero en una plantilla de la NBA era un hecho raro; hoy, casi todos los equipos cuentan con un . o, y algunos clubes tienen hasta cuatro jugadores no nacidos en Estados Unidos en sus filas. Cuatro continentes est¨¢n representa dos en la Liga.

bsolutamente todos los equipos de la NBA tienen en su n¨®mina un ojeador dedicado, de modo exclusivo, a supervisar, evaluar y captar jugadores extranjeros. Un trabajo muy duro, por cierto. Los equipos mejor estructurados en el apartado t¨¦cnico emplean dos ojeadores para las ligas universitarias, otros dos para la NBA y uno, al menos, para "asuntos extranjeros".

Durante los a?os setenta y principios de los ochenta, la pol¨ªtica mantuvo a los jugadores de la extinta URSS y del este de Europa alejados de la NBA. La emigraci¨®n estaba sencillamente prohibida.

En la actualidad, los fichajes de jugadores extranjeros tienen las mismas dificultades y las mismas controversias que los contratos de los jugadores estadounidenses: es el lenguaje global de los contratos.

"Cuando quise venir a jugar con los Celtics, no fueron razones pol¨ªticas las que me impidieron firmar con Boston, fue el dinero. El equipo yugoslavo en el que jugaba [Cibona Zagreb] quer¨ªa 150.000 d¨®lares por mis derechos: mucho m¨¢s de lo que me pagaban en ese momento. Incluso jugadores procedentes de pa¨ªses con larga tradici¨®n capitalista han firmado acuerdos muy singulares con sus clubes de origen. Shane Heal, base australiano del Minnesota, pudo liberarse de su contrato con su club, los Sydney Kings, tras acordar jugar dos temporadas adicionales en la Liga australiana una vez que su carrera en la NBA est¨¦ finiquitada. -lo que significa que podr¨ªa convertirse en el Jabbar de los ant¨ªpodas si su carrera en la Liga NBA Regara a ser larga-.

Hay observadores que consideran que el acercamiento con la NBA es cada vez mayor. Incluso en las. reglas. Algunas ligas nacionales bajo el manto de la FIBA han incorporado, o est¨¢n a punto de hacerlo, la regla de 24 segundos de posesi¨®n. La NBA ha indicado que podr¨ªa modificar su l¨ªnea actual de tres puntos y adoptar la l¨ªnea de 6,25 metros que, se utiliza actualmente en el baloncesto de la FIBA.

Toda esta globalizaci¨®n del baloncesto es muy destacable si se tiene en cuenta que, hace apenas una docena de a?os, el nigeriano Hakeem, Olajuwon se convirti¨® en una sorpresa de magnitud mundial cuando se conoci¨® que los Houston Rockets le hab¨ªan elegido en el n¨²mero uno de la selecci¨®n de novatos. Olajuwon es, con toda probabilidad, el jugador extranjero m¨¢s importante que ha jugado en la NBA hasta ahora, pero no ha sido el primero.

De hecho, la NBA fue internacional desde su nacimiento, en 1946. En el partido inaugural entre Toronto y Nueva York, el p¨ªvot titular de los Huskies era Hank Biasucci, que hab¨ªa nacido en Italia.

Pero, r¨¢pidamente, la NBA se limit¨® a nutrirse de jugadores norteamericanos. Marty Blake recuerda c¨®mo trat¨® de fichar al p¨ªvot italiano Dino Meneghin, en 1970, cuando Blake era gerente general de los Atlanta Hawks. "Dino quer¨ªa venir, pero mis jefes no acabaron de decidirse; dijeron que 30.000 d¨®lares (cuatro millones de pesetas) era un precio demasiado caro".

Pero Estados Unidos se dio cuenta de que el baloncesto era un deporte global cuando ¨¦l equipo de la URSS bati¨® a su equipo ol¨ªmpico en 1972, en una final muy controvertida. Sin embargo, las restricciones impuestas por los pa¨ªses entonces comunistas imped¨ªan que los jugadores del este de Europa pudieran jugar junto a las estrellas americanas de la NBA. Dos hechos casi paralelos supusieron un gran avance: la ascensi¨®n al poder de Gorbachov y el oportunismo del magnate de la televisi¨®n Ted Turner. Turner, buscando programaci¨®n deportiva para sus cadenas, cre¨® los llamados Goodwill Games (Juegos de la Amistad) con el objeto de capitalizar el deshielo entre la URSS y Estados Unidos.

En 1986, Ted Turner llev¨® a un grupo de jugadores a entrenarse a Estados Unidos como anticipo de los primeros juegos celebrados en Milwaukee en 1987. ?se fue el momento en el que los equipos de la NBA pudieron ver, m¨¢s cerca que nunca, a jugadores como Marciulionis o Volkov. Atlanta fich¨® a Alexandr Volkov y Golden State fichar¨ªa, m¨¢s arde, a Sarunas Marciulionis. El flujo de taleno extranjero comenz¨® a llegar a la BA despu¨¦s de la Olimpiada de Se¨²l en 1988. El equipo yugoslavo, a pesar de perder la final frente a la URSS, abri¨® los ojos del mundo y de la NBA. Kukoc, Divac, Pe tr¨®vich y Radja comenzaron a ser perseguidos por los equipos de la NBA. Como es sabido, Ku koc lleg¨® a ser uno de los agentes libres m¨¢s perseguidos en la historia de la NBA, antes de con vertirse en un jugador importan te de los tetracampeones Chicago Bulls; VIade Divac alcanz¨® el nivel de estrella en los Lakers de Los ?ngeles (ahora juega con el Charlotte); Dino Radja fue elegi do en primera ronda por los m¨ª ticos Boston Celtics, y Drazen Petrovic lleg¨® a ser el mejor tira dor extranjero de la NBA, con los Nets de Nueva Jersey, antes de fallecer en 1993.

El incremento de jugadores extranjeros en la NBA ha sido cada vez mayor. El pasado 3 de noviembre, fecha de la apertura oficial de la Liga, hab¨ªa 29 jugadores extranjeros en la NBA. Muchos observadores temen que, en el futuro, las plantillas de los equipos de la NBA presenten la mitad de jugadores extranjeros. "No ser¨¢n la mitad", dice Marty Blake, el veterano ojeador oficial de la NBA, categ¨®ricamente, "Estados Unidos produce todav¨ªa mucho talento. Pero si nuestros entrenadores no empiezan a ense?ar el juego a nuestros jugadores de la manera en que debe ser ense?ado, podr¨ªas encontrarte con cuatro jugadores extranjeros por equipo".

Blake, como la mayor¨ªa de los ejecutivos de la NBA, opina que la falta de fundamentos de los jugadores estadounidenses ha abierto la puerta a los extranjeros. "Los entrenadores extranjeros ense?an los -fundamentos, sobre todo de ataque, muy bien", se?ala. "Nuestros j¨®venes jugadores tienden a buscar el pase bonito, el triple o el mate espectacular. De hecho, nuestros equipos nacionales juveniles son frecuentemente batidos por sus rivales extranjeros".

La posici¨®n de la NBA, en cuanto al aspecto de la gl¨®balizaci¨®n del juego, es clara: la superioridad de la Liga es incuestionable. La competici¨®n internacional nunca desaparecer¨¢. "A menos que haya un avance incre¨ªble en la aeronavegaci¨®n supers¨®nica, nunca habr¨¢ una expansi¨®n global. Nuestra meta es mantener el inter¨¦s por el baloncesto y el inter¨¦s por nuestra Liga", dice el gran responsable del ¨¦xito mundial de la la NBA, David Stern.